El presidente Alberto Fernández Celebró el ingreso de la Argentina al bloque BRICS y destacó que "se abre un nuevo escenario" para el país. "Nos hemos incorporado a la alianza de los BRICS, los países más importantes de las economías emergentes", sostuvo el mandatario.
A través de un mensaje grabado en la Quinta de Olivos y transmitido por cadena nacional, el jefe de Estado remarcó que "se abre un nuevo escenario para la Argentina".
"Vamos a ser protagonistas de un destino común en un bloque que representa más del 40% de la población mundial. Seguimos fortaleciendo relaciones fructíferas, autónomas y diversas con otros países del mundo", añadió
El BRICS es un bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los principales países emergentes. En el marco de la cumbre realizada en Johannesburgo, además de la Argentina también se acordó el ingreso de Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán al grupo.
"El grupo de economías emergentes BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) ha acordado el ingreso en el bloque de Argentina, Arabia Saudí, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Comienza una nueva era en el protagonismo del Sur global", señaló Cerruti.
En tanto, añadió: "El presidente Alberto Fernández participa ahora de la cumbre @BRICSinfo #BRICS2023. A las 8.00 se dirigirá a los argentinos a través de los parámetros de @CasaRosada para compartir la trascendencia de este momento".
El miércoles, los líderes del bloque BRICS habían acordado mecanismos para considerar nuevos miembros, allanando el camino para que decenas de naciones interesadas, incluida la Argentina, se unan al grupo, que se comprometió a defender el "Sur Global".
"Hemos acordado sobre la cuestión de la expansión", dijo la ministra de Asuntos Exteriores de Sudáfrica, Naledi Pandor, en Ubuntu Radio, una emisora dirigida por su cartera, tras una reunión llevada a cabo durante una cumbre de tres días en Sudáfrica.
Entre las naciones interesadas en formar parte del bloque se encontraba la Argentina, ya que representa una oportunidad de desarrollo financiero y económico, al tiempo que podría ayudar a dar influencia global a los BRICS en un momento en que la polarización geopolítica está estimulando los esfuerzos de Pekín y Moscú para convertirlo en un contrapeso viable para Occidente.