El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (TA) de la localidad bonaerense Pergamino alertó hoy que se detectaron vuelos de adultos de la oruga "medidora" en los cultivos de soja, por lo que recomendó a los productores realizar "el monitoreo permanente de los lotes para evitar pérdidas en los rendimientos".
Frente a una campaña marcada por la presencia de insectos, la soja ahora debe resistir a la presión de la oruga medidora, informó el TA Pergamino y destacó que se "detectaron vuelos de adultos de medidora y, en las próximas semanas, podrían verse larvas" en lotes de la oleaginosa.
El referente de Entomología del TA, Mariano Luna, alertó sobre la importancia de los monitoreos oportunos para anticiparse a las acciones enfocadas al control de las plagas.
"Atravesamos momentos claves en la soja y la aparición de insectos debe ser observada para evitar pérdidas", señaló Luna, quien agregó que "luego de divisar vuelos de adultos de medidora, sabemos que en las próximas semanas tendremos larvas mayores a uh centímetro y medio, y tendremos que tomar medidas para evitar pérdidas".
El experto indicó que "en términos generales, las aplicaciones de productos orientados al control de plagas son realizadas por contratistas", y destacó la importancia de un buen seguimiento, tanto de la plaga como del clima, sumada a una minuciosa planificación para anticiparse a los pedidos.
Asimismo, destacó que el estado del cultivo, la ubicación de la plaga y las condiciones ambientales son tres factores a tener en cuenta para la decisión de una aplicación.
"El tratamiento debe llegar a la base del tercio superior y el tamaño de gota deberá adecuarse a la intensidad de viento", explicó el especialista del TA.
Aclaró que "si los vientos son menores a 10 kilómetros por hora (km/h) se utiliza un tamaño de mediano a fino, mientras que entre 11 y 16 km/h se recomienda un tamaño grueso, siempre asegurándose un impacto de 30 a 40 gotas por centímetro cuadrado".
La campaña 2019/2020 de soja comenzó con embates de isoca bolillera –detectados en monitoreos del TA Pergamino– a partir de los que se recomendó la realización de controles que resultaron oportunos.
"La isoca bolillera corta el brote de soja, ese corte produce una ramificación que hace que la planta tenga menor producción", describió Luna.
Precisó que "a fines de diciembre, hubo vuelos de spodoptera que depositaron huevos en los rastrojos de trigo y, a inicios de enero, los ataques del gusano cogollero fueron muy frecuentes en toda la región norte de la provincia de Buenos Aires".