Después de una década de investigación en genética, los técnicos del INTA Sáenz Peña, Chaco, lograron tres nuevas variedades de algodón de ciclo intermedio, excelente calidad de fibra y con valores tecnológicos acordes a la demanda de la industria nacional e internacional. Los presentarán en una jornada técnica el viernes 17 de mayo.
Mauricio Tcach –especialista en algodón del INTA Sáenz Peña, Chaco– aseguró que la nueva genética representa “un producto tecnológico especial”, dado que se logró combinar en tres variedades los eventos biotecnológicos y germoplasma adaptado a las diferentes regiones productoras de la Argentina.
Se trata de Guazuncho 4 INTA BGRR, Guaraní INTA BGRR y Pora 3 INTA BGRR. Estos tres cultivares estarán disponibles para sembrar en la próxima campaña y serán comercializados por la empresa de semillas Gensus S.A.
“Estos materiales cubrirán la demanda de variedades de ciclos intermedios, ya que, en la última década, sólo se inscribieron variedades largas o cortas en el segmento transgénicos BGRR”, especificó el especialista.
Entre las numerosas mejoras, Tcach destacó su alto rendimiento de fibra, en relación a los materiales comerciales disponibles, que alcanza valores de entre el 38 y el 41 %.
Además, poseen una excelente calidad de fibra, con valores tecnológicos de acordes a la demanda de la industria nacional e internacional. Desde el punto de vista sanitario, presentan resistencia a bacteriosis y enfermedad azul típica, esta última seleccionada con la metodología de agro-infiltración. También se pudo comprobar tolerancia a enfermedad azul atípica.
En cuanto a la estructura de foliar, el técnico de Sáenz Peña indicó que poseen un excelente estado al momento de fin de floración efectiva y adecuada penetración de radiación. “Esta última característica genera mayor adaptación a regiones con nubosidad variable”, subrayó.
Al detalle
Guaraní INTA BGRR es un material que se destaca por su elevado potencial de rendimiento, requiere suelos de muy buena fertilidad, ya que tiene la floración concentrada en el tercio inferior y medio. Por su ciclo, se adapta especialmente a siembras tardías con excelentes resultados.
Otra característica a destacar es que presentan una estructura piramidal con primeras posiciones cerca del tallo principal, lo que también ofrece excelente adaptación a los diferentes sistemas de cosecha.
En cuanto a Pora 3 INTA BGRR, Tcach afirmó que es la variedad de mayor plasticidad, produce bien en suelos con fertilidad media y mantiene elevados valores de porcentaje de fibra para diferentes condiciones ambientales.
Debido a su estructura, se clasifica como una variedad columnar, con buena área foliar. La fijación de estructuras se concentra en los tercios medio y superior. También se destaca la productividad del tercio superior en condiciones de pérdidas por estrés de los otros puntos de la planta.
Por el tipo de capullo, este cultivar se adapta muy bien a tipo de cosecha piker, ya que el mismo tiene buena exposición y excelente tolerancia a temporales.
A su vez, Guazuncho 4 INTA BGRR es el material de mayor grado de indeterminación, dado que presenta una equilibrada fijación en los tres tercios de la planta. Presenta un tipo de arquitectura piramidal, con fijación cercana al tallo principal.
Por el tipo de floración, esta variedad combina potencial y plasticidad y una amplia adaptación a diferentes condiciones de suelo y fecha de siembra. En condiciones de buena fertilidad y oferta de recursos requiere mayor seguimiento con reguladores de crecimiento, especialmente en la floración y fin del proceso.
Toda la tecnología en una jornada demostrativa
El próximo viernes 17 de mayo se realizará en el INTA Sáenz Peña, Chaco, una jornada demostrativa y de cosecha en la que se presentarán las nuevas variedades de algodón obtenidas por el organismo.
Los cultivares fueron implantados en parcelas de una hectárea, en el campo de la empresa Parra agropecuaria de Pampa del Infierno en Chaco. Allí, los productores podrán observar toda la genética disponible en el país con la más alta tecnología de manejo, además de realizar estimaciones de rendimiento con la cosechadora y luego relevar otras variables productivas.