
La cadena del vino en Argentina dio un paso clave en los últimos días para avanzar hacia un modelo productivo más eficiente y respetuoso con el medio ambiente. La Sociedad Rural Argentina (SRA) y la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR) firmaron en Buenos Aires un acuerdo de cooperación institucional que permitirá ampliar la actual Calculadora de Agua y Carbono de la Vitivinicultura Argentina con un nuevo módulo de huella de carbono organizacional, diseñado especialmente para el sector.
Esta herramienta, desarrollada por COVIAR en conjunto con la UTN Regional Mendoza y el CONICET, y verificada por SGS, ya es utilizada por productores y bodegas para medir la huella hídrica y de carbono de sus productos (uva, vino y cadena). Con esta alianza, se sumará la calculadora de huella de carbono organizacional que posee la SRA, adaptada a las particularidades productivas, logísticas y operativas de la vitivinicultura.
Palabras del presidente de COVIAR
“Este acuerdo nos permite unir esfuerzos para transformar la vitivinicultura argentina, incorporando tecnología y prácticas sustentables que potencien nuestra competitividad global”, destacó Mario González, presidente de COVIAR.

Huella de carbono: una plataforma gratuita
El nuevo módulo estará disponible de forma gratuita en las plataformas de ambas instituciones y permitirá a productores, bodegas y cooperativas medir, gestionar y reducir su impacto ambiental, avanzando hacia estándares nacionales e internacionales de sostenibilidad. Además, se buscará incentivar su adopción mediante incentivos económicos y líneas de financiamiento verde, así como la integración con sellos como el de Triple Impacto (SRA) y Argentina Sostenible.
Con casi 200 mil hectáreas de viñedos distribuidas en 18 provincias y más de 850 bodegas elaboradoras, Argentina se posiciona como el 8° productor mundial de vino y el 11° exportador en volumen. En 2024, las exportaciones del sector alcanzaron los 933 millones de dólares, con un crecimiento interanual del 15,3%, impulsado especialmente por fuertes aumentos en jugo concentrado de uva (+75%) y pasas (+82,3%).
Este nuevo avance hacia la sostenibilidad busca no solo mejorar la competitividad de la vitivinicultura en los mercados internacionales, sino también fortalecer su papel como economía regional estratégica y embajadora de la identidad argentina en el mundo.