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Argentina mira la producción de biocombustibles, mientras Estados Unidos y Brasil, crecen

Los biocombustibles es un sector que más dólares aporta a nuestro país, pero la situación es preocupante. Lo advierten importantes referentes de la agroindustria nacional.

Los biocombustibles es un0 de los productos que más divisas genera para Argentina, pero, nuestro país, en este momento atraviesa una dura situación. “Hoy hacemos este diagnóstico duro y crítico porque vemos una oportunidad política de cambiar la realidad”, indican especialistas en la materia. Es que se trata de un sector estancado, mientras Brasil y Estados Unidos acumularon un boom de los del producto.

Alfonso Romero Vedoya, director general ejecutivo de COFCO International, empresa que en Argentina lidera las exportaciones de soja y subproductos, durante una charla organizada por ADBlick Agro expresó que “el primer paso para crecer es reconocer dónde estamos parados”.

“Esta industria tiene un problema importante, nada que no se pueda cambiar, pero tenemos una crisis estructural importante viendo cómo los vecinos capitalizan las oportunidades”, agregó.

También participó del panel Gustavo Idígoras, quien es presidente de la Cámara de Argentina de la Industria Aceitera (CIARA) y Centro de Exportadores de Cereales (CEC). “Estamos en una situación extremadamente preocupante en la principal industria generadora de divisas de la Argentina”, dijo. Y agregó: “Lo digo con muchísima preocupación, pero no desánimo”.

Biocombustibles

Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera

El diagnóstico sobre el complejo sojero y biocombustibles

Alfonso Romero Vedoya manifestó: “Una compañía como COFCO se quiere posicionar en los países que hay oportunidades, con reglas de juego claras, en donde crece la producción y los productores pueden crecer libremente con tecnología, para producir más volumen que estas compañías necesitan y saben manejar”.

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Alfonso Romero Vedoya

“COFCO está haciendo inversiones importantes en Brasil, un puerto enorme en Santos con capacidad para 15 millones de toneladas. Porque ven cómo Brasil más que duplicó la producción de soja, ahí está la oportunidad. Es tan sencillo como eso”, agregó.

Por su parte, Idígoras graficó: “No hay que desanimarse porque hay una oportunidad de cambiar. El problema es que si no tenemos un diagnóstico compartido y consensuado de dónde estamos va a ser muy difícil promover la transformación que necesitamos”.

“Argentina es un espectador, primero era parte del tren y ahora estamos en última fila viendo si cerramos el cine, cada vez más lejos de esa película”, especificó.

Y añadió que “cuando vemos la molienda de soja, teniendo en cuenta que harina y aceite son los principales aportantes de divisas del país, la molienda creció 53% en Brasil y 42% en Estados Unidos, con compromisos de inversión para crecer hasta un 30% más en los próximos años en Norteamérica”. Por el momento, nuestro país posee capacidad ociosa, porque el uso de la industria aceitera no supera el 60% de la capacidad total instalada: “No estamos creciendo ni en capacidad ni en ritmo de molienda”, precisó.

El biodiesel: una estrella lejana

“La estrella de esta película es el biodiésel. Los granos van a estar cada vez más vinculados al valor energético. Y Argentina está desacoplada de eso”, destacó el titular de CIARA-CEC.

Por su parte, el directivo de COFCO, dijo: “Un período virtuoso de 2002 a 2010 dado por bajas retenciones y precios alcistas muy importantes”. “Todas estas empresas invirtieron. Todos los años una empresa estaba anunciando una nueva línea de producción. En 10 años se duplicó la capacidad de molienda. Renova (la más grande del mundo) fue la última planta que se hizo, fue el fin de este crecimiento. Argentina crecía más rápido que Brasil”.

Y detalló que “todo el mundo quería llevarse algo de esta cadena de valor. Eso hizo que los márgenes se achiquen, que se termine el incentivo de producir soja con 33% de retenciones. Pasamos de un área sembrada de 20 millones de hectáreas a 16 millones cuando el mundo estaba creciendo con los incentivos adecuados. Es reversible en la medida de que los incentivos están dados”.

En esta línea, refirió al biodiesel: “no solo la industria debería estar reclamando esto, Brasil está cortando al 14% y del lado del productor también debería estar el afán del incentivo. Argentina está enfocada en producir alimentos, cuando Brasil y Estados Unidos están enfocados en producir alimentos y energía. La matriz de precio del productor es distinta en el exterior vs. Argentina”.

“Sería como si en el campo no solo hubiese un campo productivo sino también un pozo petrolero, que también produce energía. Hay que mirarlo así”. Inmediatamente resaltó que Estados Unidos produce 120 millones de toneladas y muele el 70% de eso: “Casi la totalidad de lo que se procesa se transforma en biodiesel”, agregó.

Por su parte, Brasil muele 50 millones de toneladas, y el aceite de la mitad de esas toneladas llega a ser en biodiésel. “Te estás priceando contra la energía, es más atractivo”, agregó.

Y expuso que “muchas compañías de fletes a partir de mandatos europeos están obligadas a agregar biocombustibles en sus fletes a Europa, el mercado se va desarrollando con el biocombustible, que es el nuevo driver de esta industria”. “Y nosotros estamos afuera, defendiendo unos pocos intereses pequeños locales, cuando podría ser un driver muy importante para la economía del país y participar de esta tendencia global. Estamos perdiendo una gran oportunidad”.

Sobre las oportunidades de los biocombustibles

“Argentina puede aprovechar las oportunidades, nuestro rol como industria es bajarlo a tierra y transformarlo en un mensaje claro para mostrar los caminos a tomar para que ocurra. No tenemos dudas de la voluntad del gobierno de hacerlo”. “Podríamos transformarnos rápidamente en un país que procese mucho más y que incremente su producción de maíz y trigo también”, amplió, con expectativas de venderle a China.

“El Gobierno lo sabe y lo entiende pero hay que ajustar el GPS para que las decisiones estén alineadas con lo que el sector necesita”, finalizó

Idígoras demás dijo que “primero debemos convencernos de que estamos en esta situación desastrosa. Lo primero es compartir el diagnóstico”.

“Llevamos 15 años de estar totalmente dormidos y paralizados. Es extremadamente negativo pero no hay que ser pesimista, hay varias cosas que se pueden modificar pero tenemos que estar convencidos de que estamos en esta situación”, subrayó y expresó que siempre chocó con “cualquier equipo económico”. “No hace falta personificar porque es un problema estructural de la Argentina, y tiene que ver con la escasez de divisas genuinas”.

“Todo equipo económico mira la coyuntura, mira la situación que tiene máximo el mes que viene. No puede tener una mirada de prospectiva para ver qué necesita el sector oleaginoso para crecer un 20%. La cantidad de veces que fui con esa carpeta y volví sin ninguna respuesta. Lo que me plantean es, hoy, mañana y pasado, cuántas son las divisas que me pueden aportar. Todos esos debates se van a liquidar en Argentina cuando tengamos, primero, una unificación del tipo de cambio”, añadió Idígoras y relató que “el valor que tiene la unificación cambiaria no lo hemos dimensionado”.

Y manifestó: “Hay gente que piensa que nosotros apoyamos los dólares especiales, es todo lo contrario, los detestamos”.

“Parecería que los gobiernos argentinos y los equipos económicos trabajan para los compradores, y no para los vendedores. Salimos a rematar mercadería, generamos un enorme daño a la Argentina. No nos gustan los dólares especiales ni ningún tipo de prebenda ni nada por el estilo”, remarcó.

De esta manera refirió a la situación cambiaria: “Este es un equipo económico que, como dijo Fernando Vilella, tiene una mirada macroeconómica extremadamente dura en términos de cómo llegar a ese objetivo, con superávit fiscal real y genuino. Consideran que la economía argentina naturalmente va a reaccionar y crecer para lograr la estabilidad económica”. “Los sectores económicos vemos que en ninguna parte sucede, se necesitan políticas para promover condiciones de crecimiento”, añadió.

Y detalló: “Lo primero que tenemos que hacer es bajar las retenciones a la soja. Hicimos un estudio econométrico que si solo bajamos del 33% al 25%, Argentina tendría US$ 5000 millones más en un año”.

“El fisco en lugar de sacrificar US$ 320 millones ganaría US$ 730 millones por otros impuestos. Es verdad que son impuestos coparticipables, pero es saludable para salir de impuestos distorsivos”. Pero, esclareció: “Hasta que no tengamos estabilidad, las discusiones van a seguir siendo de la coyuntura”.

“Hoy hacemos este diagnóstico duro y crítico porque vemos una oportunidad política de cambiar la realidad. Si vos me decís, ¿el año pasado estábamos en condiciones de discutir esto? No, era imposible discutir esto. Todos los días era ir a la Secretaría de Comercio y administrar fideicomisos que eran un desastre. Era discutir los dólares especiales que había, las intervenciones de mercado, las cuotas. Había que administrar el caos. Este Gobierno abrió una luz de esperanza, y ahora si vemos la realidad con el objetivo de cambiarla”, subrayó.

Además, solicitó la posibilidad de una hidrovía: “Tenemos un gobierno receptivo que lo puede promover”, dijo.

En el mismo sentido, José Demicheli, CEO de ADBlick, enfatizó en que la agroindustria posee “esa locura de ser un emprendedor serial.  “Están dadas las condiciones para liberar la productividad que tiene el argentino por lejos”.

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José Demicheli, CEO de ADBlick

“Es el productor más flexible, con menor edad promedio, más capacitado. Si a eso le sumamos la tecnología se alcanza ese salto. El tema es cómo de alguna manera entre todos levantamos la voz, porque hoy alguien te escucha”, expresó José Demicheli.

Además, rememoró sobre “Agronegocios, motor de desarrollo. Y dijo que este año se llamará “El arte de desarrollo de los negocios en el agro argentino hacia el mundo”. “Hasta ahora estamos siendo artistas para manejarnos y crecer en este contexto, debería ser mucho más fácil, sobre todo con las condiciones que tenemos como país”, añadió.

“En ADBlick seguimos creciendo, alcanzamos las 72 mil hectáreas de cultivos. Lanzamos la tercera ronda del fondo ADBlick Granos Plus, para que puedan invertir en el negocio de producción a escala”, recalcó y sumó: “A veces cuesta, porque muchas veces producir es cambiar la plata. Tiene que haber un premio al productor que arriesga capital a cielo abierto para generar esa producción”.

“Están domando a la macroeconomía, no podemos pretender que en siete meses se desactive la bomba que recibieron. Lo están haciendo muy bien desde la macroeconomía, pero ojo que no se nos muera el paciente”, manifestó Demicheli y, por último,  solicitó condiciones para el emprendedor serial: “Hay voluntad de hacer las cosas bien, de desarmar kioscos, elijo creer y creo que están dadas las condiciones. Esto va a cambiar y vamos a tener bastante viento en la cara de la velocidad”.