El año se presenta complejo, advierte Enrique Erizze -presidente de la Consultora Novitas-, más por las cuestiones internas que las externas. En diálogo con Radio Campo -por Radio Colonia- el especialista asegura que puede ser optimista en el mercado internacional.
“Todavía no es tiempo de reflejar una menor cosecha de soja y maíz como la que creo va a tener EEUU. Hay que tener en cuenta que se sembró maíz y soja muy tarde, y también se cosechará más tarde de lo normal. De hecho, falta cosechar 1.200.000 hectáreas de soja y ya están cubiertas de hielo, y como el maíz, se cosecharían en marzo”, dijo.
Eso, advierte, algún efecto tendrá en los rindes y, más tarde o más temprano, tendrá que ser reconocido en el informe del USDA. “Podría ser cerca del 10 de enero”, afirmó, y puso el foco en que la producción bajará también en otras partes de América como Argentina y Brasil por problemas climáticos.
Las cosechas podrían, en esos países, podrían ser menores que lo esperado, por ende el saldo exportable también será menor. Por ejemplo, dijo, Brasil exportó este año 40 millones de toneladas de maíz, y para 2020 estima unas 30 millones de toneladas.
Argentina, por su parte, exportó 37 millones de toneladas de maíz en el año que termina, y el que empieza podría concretar exportaciones por unas 32 o 33 millones de toneladas. Entre ambos, aclara, el recorte es importante, pero eso será lo que despeje los precios más tarde o más temprano.
La preocupación, indicó, viene por el mercado interno: por un lado están los rindes, en un contexto en que la sequía ha pegado fuerte a toda la pampa húmeda, con excepción de Entre Ríos. Y, además, el clima no presenta muchas mejoras.
“Lo impositivo tiene un impacto importante, porque ese 3% que todavía se discute en las retenciones -ya aprobado en el Congreso pero sin poner en marcha- tiene gran efecto sobre la rentabilidad del productor. Creo que el Gobierno se equivoca. De hecho, el 90% del trigo está comprometido, por lo que no recaudará más con esta campaña”, concluyó.
