Agricultura

Aumenta la preocupación en productores de trigo por la falta de lluvias

Desde hace varias semanas los campos sembrados en esta zona de la provincia de Buenos Aires padecen la escasez de agua y sufren el impacto de las últimas heladas, panorama que genera incertidumbre frente a cualquier avance para la próxima siembra de los granos gruesos. A la hora...

Desde hace varias semanas los campos sembrados en esta zona de la provincia de Buenos Aires padecen la escasez de agua y sufren el impacto de las últimas heladas, panorama que genera incertidumbre frente a cualquier avance para la próxima siembra de los granos gruesos.

A la hora de abordar esta circunstancia, una serie de factores climáticos junto a una versión debilitada del fenómeno La Niña serían los responsables del actual escenario que, en principio, se mantendría en el mediano plazo.

En diálogo con El Eco de Tandil, el presidente de la Sociedad Rural de Tandil, Angel Redolatti, trazó un preocupante panorama en función de la ausencia de precipitaciones y adelantó que no se vislumbra un pronóstico favorable para la siembra de los granos gruesos.

“El productor no tiene ninguna herramienta como para poder paliar esta circunstancia”, reconoció, por lo que solo resta aguardar por las lluvias.

En un abordaje del escenario actual se centró en la fina al indicar que “sigue necesitando agua el trigo” cuya cosecha se iniciará en los próximos días, mientras que ya comenzó la de cebada, ambas de manera anticipada. Además, el impacto también se siente en las pasturas y verdeos de verano, lo cual generará repercusiones en el sector ganadero y tambero.

A su vez, para esta zona del territorio bonaerense, tanto en la cebada como en el trigo las heladas tardías produjeron daños en los cultivos y a ello se sumó la amplitud térmica que predomina en esa región.

Las perspectivas en este sentido parecen ser poco alentadoras ya que en líneas generales pronostican “menos lluvias a las normales” para lo que resta de la primavera y el verano.

A modo de reseña, Redolatti marcó que el año pasado sucedió una situación similar pero “desde la mitad de diciembre hasta los diez primeros días de enero”, período en que se registraron altas temperaturas y pocas lluvias. “Y ahora se ha adelantado”, señaló.

Y frente a ello, subrayó que “el productor agropecuario trabaja a cielo abierto y depende del clima”, es decir que “toda actividad que realiza es de amplio riesgo”.

El trigo, el más perjudicado

En otro pasaje de la entrevista, el dirigente analizó las expectativas que se tenían para este año en función de las políticas impulsadas por el Gobierno para beneficiar al sector.

En esa línea, Redolatti reconoció que se amplió el área de siembra de trigo en relación a años anteriores por la expectativa de precio y de venta “porque antes un productor tenía el cereal guardado y cuando lo quería vender no había quién se lo comprara”.

Así, con la esperanza de modificar el escenario y que “se pueda exportar normalmente, como lo era hace muchos años, el productor acrecentó la siembra”.

De todos modos insistió en que habrá que evaluar el daño de las heladas para determinar las toneladas a cosechar de este cultivo, aunque estimó que en el sudeste bonaerense “vamos a estar con rindes menores”.

En tanto, marcó que el volumen de hectáreas de superficie sembrada de trigo en Tandil se habría incrementado entre un 20 y un 30 por ciento en detrimento de la de cebada, que en años anteriores la proporción era a la inversa.

“Una crisis de sequía muy importante”

En esa misma línea se pronunció el titular de filial Tandil de la Federación Agraria, Luis García, que compartió su mirada y preocupación sobre la falta de agua que golpea al campo.

Con tono crítico sobre la presión tributaria para el sector, el dirigente sumó el impacto que generan las condiciones que debieron superar en el transcurso del año, con heladas “muy importantes” y ahora la falta de precipitaciones.

“Estamos atravesando una crisis de sequía muy importante”, definió García, que certificó que en los campos es “preocupante” la falta de agua.

Luego de la tormenta del lunes, que pasó sin cubrir las expectativas, repasó que los cultivos que pueden regarse, como la papa, se encuentran en una situación “un poco mejor”, aunque eso significa invertir “entre 250 y 300 litros de gasoil por día para una superficie de 30 hectáreas. Con el precio que tiene nuestro gasoil es imposible”.

Sobre las heladas tardías, precisó que afectaron “bastante” a la cebada, ya que “agarraron el cultivo en un estadio donde todavía la espiga estaba dentro de su hoja”, lo cual hizo que llegara a cuatro mil kilos “cuando sabemos que lo que se espera es por encima de los seis mil kilos”, con la que finalmente se hicieron rollos para forraje.
Por último, advirtió sobre el “daño irreparable” que produjeron las altas temperaturas de la semana pasada sobre los cultivos, en especial el trigo. “De un día para otro vimos cómo se secaban las plantas”.

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