
Según la BCR, aunque la campaña de soja de primera atravesó varias complicaciones, todavía queda un 10% del área por cosechar. La región del norte de Buenos Aires es la más atrasada, con un progreso del 75%. En localidades como Baradero, las tareas se frenaron debido a las lluvias del fin de semana, lo que obligó a detener la maquinaria. En el resto de la zona núcleo, la recolección ya superó el 90%. Los rendimientos se mantienen altos, con un promedio superior a los 40 quintales por hectárea. En áreas beneficiadas por lluvias más abundantes en enero, los rindes incluso superan los 50 qq/ha. En contraste, en el noreste bonaerense, los promedios rondan los 33 qq/ha, una cifra menor pero que superó las expectativas gracias a una notable recuperación de los cultivos luego de un enero cálido y seco.

La soja de segunda muestra mejor desempeño, con promedios de 34 qq/ha
La cosecha de soja de segunda ya alcanza el 70% de avance, un ritmo inferior al promedio de los últimos cinco años (10 puntos menos), aunque superior al 55% registrado en el mismo período de 2023. El rendimiento medio se ubica en 34 qq/ha. En zonas como Junín, prácticamente no se observan lotes con menos de 20 qq/ha, un dato muy positivo considerando que a fines de enero muchos cuadros estaban en riesgo de pérdida total. Técnicos del noreste bonaerense, donde los rindes de soja de primera se limitaron a entre 30 y 35 qq/ha, destacan que la soja de segunda está mostrando mejores resultados, con buena condición general y perspectivas de superar los rendimientos de los lotes de primera.
Fuertes lluvias en la región núcleo y registros excepcionales en Chaco
Durante la última semana, se registraron importantes precipitaciones en el sudeste, con acumulados entre 40 y 70 mm. El mayor registro fue en Chacabuco (Buenos Aires), con 76 mm. En Santa Fe, Súnchales recibió 107 mm, el doble del promedio de mayo. También en Chacabuco, los 76 mm acumulados alcanzaron el promedio mensual esperado.
Sin embargo, el evento más destacado ocurrió en el noreste argentino, especialmente en Chaco y Corrientes, donde las lluvias superaron ampliamente los 90 mm. En Sáenz Peña (Chaco), se registraron 216 mm, casi cuatro veces más que el promedio mensual histórico de 55 mm.
El consultor Elorriaga señaló que estas lluvias intensas recargaron los suelos en el este de la región pampeana, provocando un exceso hídrico en el noreste bonaerense. En contraste, en Córdoba las lluvias fueron escasas. Aun así, las precipitaciones transformaron por completo la situación en el NEA, donde las reservas pasaron de ser regulares a mostrar un exceso de agua en el perfil del suelo.
