El mercado de granos enfrenta una combinación de factores climáticos, políticos y comerciales que impactan las decisiones de productores y exportadores en Sudamérica.
La cosecha de trigo y la siembra de trigo
En Argentina, según señaló un informe del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, la siembra de soja avanza a buen ritmo, alcanzando casi la mitad del área proyectada, mientras que en Brasil, el noreste del país ya entra en etapa de floración con niveles óptimos de humedad.
Por su parte, el maíz temprano argentino muestra un excelente desarrollo gracias a las lluvias recientes y la baja presión de plagas como la chicharrita. Esto también motiva un incremento en la siembra de maíz tardío, aunque parte del área destinada quedó sin implantar.
Aunque las proyecciones climáticas alertan sobre un verano caluroso y posibles períodos secos, Dante Romano, profesor del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, destacó que en Argentina la cosecha de trigo avanza rápidamente, con un flujo de 1.000 a 1.500 camiones diarios en los puertos argentinos , lo que ha llevado a una de las colas de buques más cortas de los últimos años, aunque se espera que los embarques más importantes lleguen recién a mediados de diciembre.
Además, Romano subrayó que las posiciones diferidas muestran mejores precios, impulsadas por una menor competencia prevista desde marzo y una mayor necesidad de importación por parte de Brasil. No obstante, los productores deben considerar los signos de incertidumbre en el horizonte que podrían influir en las decisiones de venta a futuro.
En resumen, si bien el mercado ha descontado gran parte de los factores negativos en los precios actuales, el contexto invita a los productores a planificar estratégicamente y evaluar el momento adecuado para comercializar su producción, manteniendo la atención en las variables climáticas y comerciales.
