En el contexto actual, la combinación de la devaluación sumada a los nuevos derechos de exportación no parece ser el combo adecuado para la competitividad de la frutihorticultura según expresaron distintos productores
Mario Raiteri es productor de papa, trigo, girasol y soja del sudeste de la provincia de Buenos Aires, y hoy ocupa el cargo de vicepresidente en la Federación Nacional de Productores de Papa.
Al ser consultado por Infobae, en primer lugar, Raiteri aclaró que el “beneficio” de la devaluación alcanza a los commodities y no a las producciones que consumen dólares como la lechería, la carne y la frutihorticultura. Al respecto y refiriéndose específicamente al caso de la papa, argumentó: “Pagamos fertilizantes y herbicidas que están dolarizados, y vamos a un mercado interno con un poder adquisitivo menor”. Sumado a ello, el productor bonaerense habló sobre la falta de líneas de crédito.
Poniéndole números a la producción de papas, según describió Raiteri, una hectárea de papa cuesta entre USD 5.000 y 7.000. De una hectárea se pueden obtener 2.000 bolsas de 25 kilos, y se tendrían que vender a USD 3,5 ($150) para recuperar la inversión. Sin embargo, resaltó que hay distorsiones ya que al productor se la está pagando $70, y enfatizó: “Hay lugares del país que están pagando el kilo de papa $12, $20, estos problemas de distorsión en la cadena es una de las materias pendientes que necesitamos resolver“.
Por último, con respecto al nuevo esquema de derechos de exportación (DEX), Raiteri analizó: “Las retenciones son un instrumento más y se han usado muchas veces, el problema es la consecuencia que hay. Una igualdad de retenciones hace que haya un grado de injusticia y empeore la situación de las economías regionales”, y argumentó: “No es lo mismo ser un gran actor en el campo que ser un pequeño y mediano productor, no es lo mismo estar cerca del puerto que lejos, no es lo mismo producir trigo que soja”.
Cae la exportación
Por su parte, Nicolás Carlino, consejero de Coninagro y productor citrícola de la cooperativa Colonia San Francisco de la provincia de Corrientes, productora de mandarinas y jugos, en diálogo con Infobae, destacó que viene cayendo la exportación por la falta de competitividad. En este sentido, explicó que “los mercados externos están más exigentes, los precios más estables, y tenemos competidores como Chile, Sudáfrica, Uruguay, Bolivia, Perú que tienen una diferencia cambiaria que les sirve más“.
En relación a la pérdida de competitividad, y a diferencia de lo que ocurre en Argentina, también indicó que “en el mercado externo hay otros oferentes que muchas veces disponen de subsidios otorgados por el Estado y eso los ayuda a que exporten. Por ejemplo, Sudáfrica por cada caja que exporta cobra un dólar, y acá lo terminamos pagando, y eso te hace menos competitivo”.
Para tomar dimensión de los costos al momento de exportar, informó que una caja de cartón cuesta US$ 2, y como muchos ya saben, el flete en Argentina es muy caro. Al respecto, ejemplificó: “Pago lo mismo un flete desde Monte Caseros (Corrientes) hasta el puerto, que lo que cuesta ese contenedor llegado a Singapur“.
Por otro lado, Carlino, salió a desmitificar el mensaje de que el exportador con la suba del tipo de cambio se beneficia, y precisó: “Nosotros debemos pagar los DEX a los diez días que cargo el contenedor y a esa fruta la estoy cobrando con suerte, a los 90 o 120 días. ¿Quién me financia el resto del tiempo? tengo que salir a buscar financiación con una tasa al 60%”.
El citrícola correntino aseguró que “la poca diferencia que pude haber logrado con el tipo de cambio, la estoy perdiendo con las DEX y con esa financiación que tengo que salir a buscar sobre una producción que ya viene castigada por el clima, y un mercado interno muy deprimido”.