El proceso de cosecha de la soja en el centro-norte de la provincia de Santa Fe llegó esta semana al 52% de la superficie sembrada, con un avance intersemanal de siete puntos y rindes muy similares al de semanas anteriores, que consolida una merma estimada en el 17% respecto de la campaña anterior.
Los altos porcentajes de humedad ambiente, la inestabilidad y las precipitaciones que se produjeron en toda el área incidieron directamente en el ritmo del proceso de cosecha, y lo detuvieron.
"Los rindes fueron similares a los enunciados en informes anteriores, que se fueron consolidando", añade el texto, que sobre los departamentos del norte informa rendimientos promedio de entre 10 y 25 quintales por hectárea.
En el caso de los departamentos del centro, por cada hectárea se cosecharon entre 20 y 37 quintales, con lotes puntuales de entre 40 y 55 quintales, en tanto lo mejor se observó en los departamentos del sur del área de estudio, con guarismos de entre 38 y 47 quintales por hectárea, con lotes puntuales de 60 quintales.
En un plano más general, el trabajo señala que los campos se están recuperando por las lluvias de las últimas semanas, pero lamenta que "los daños de la sequía resultaron ya irreversibles para algunos cultivos".
Por ejemplo, en el caso del maíz tardío o de segunda el informe consigna que "un 80% del área sembrada presenta estado regular, ya que manifestó distintos grados de afectación y síntomas característicos del estrés hídrico y térmico que padeció el cultivo desde su siembra hasta hace 10 días atrás".
También se observa ese fenómeno en la soja de segunda, cuyo proceso de cosecha comenzó esta semana "con rendimientos muy variables y dispares, revelando las consecuencias del déficit hídrico y la ausencia de precipitaciones que padeció el cultivo en sus distintas etapas fenológicas".
Los rendimientos mínimos promedio fluctuaron desde cuatro a seis quintales por hectárea y los máximos entre 28 y 33, con lotes puntuales de 40 quintales.
Un 80% del área sembrada presentó diferentes grados de afectación, situación que deterioró a los cultivares, que comenzaron a reflejar esa situación y variabilidad.
En cuanto al sorgo, esta semana la cosecha tuvo escaso avance como consecuencia de las condiciones de inestabilidad y precipitaciones que se manifestaron en toda el área, y acerca de los rendimientos promedio el informe detalla que fueron de entre 20 y 55 quintales por hectárea.
En el área arrocera los días de lluvia, altos porcentajes de humedad ambiente, condiciones de inestabilidad y acortamiento de los días influyeron en el proceso de cosecha, que alcanzó un grado de avance del 97% del total del área, lo que representa unas 31.040 hectáreas.
Finalmente, en lo que refiere al algodón hubo avances importantes hasta que llegaron las lluvias, y los productores estiman que la cosecha tardaría unos días más de lo previsto por las condiciones de la época.
Los rindes fueron similares a las semanas anteriores, con el descenso en algunos predios.
Los lotes que sufrieron un poco más la falta de precipitaciones estuvieron en el orden de los 1.400 kilogramos por hectárea, con lotes puntuales con riego que superaron los 3.500 kilos, y lotes sin riego que tuvieron un rendimiento máximo de 2.800 kilos por hectárea.