Durante su recorrido por la “Capital Nacional de los Agronegocios”, el ingeniero agrónomo Balbín indicó: “Tuvimos el honor de contarle al presidente (Mauricio Macri) qué es la nueva innovación en lo que significan herramientas para generar variabilidad genética. La edición génica consiste en apagar un determinado gen que genera una característica no deseada”. En cuanto a esta nueva rama de la biotecnología, compartió algunos ejemplos sobre lo que se puede logar, y detalló: “Hay un 5% de la población humana que es alérgica a determinados azúcares que tiene la leche vacuna, estamos trabajando en apagar ese gen para que no se genere dicha azúcar y la leche vacuna sea tolerable en ese tipo de productos; apagar el gen que genera la pelusa del durazno para tener pelones; permitir que una flor tenga otro color porque logramos una recombinación de genes siempre dentro del mismo genoma de la especie”, y anticipó: “También hemos avanzado en bloquear la oxidación de la papa”.
En resumen, Balbín explicó: “Son nuevos productos que se generan a través de sacar alguna característica indeseable de un determinado cultivo”, y destacó: “Como Gobierno se ha hecho un gran avance ya que se ha simplificado muchísimo la regulación de la edición génica”.
En relación a las posibilidades productivas que tiene Argentina, enfatizó: “Tenemos la enorme oportunidad de generar legumbres invernales en la zona templada con un eje muy interesante de lo que significa la sostenibilidad de los suelos, tendríamos los suelos cubiertos, y a la vez, no competiría con el cultivo de verano”.
No obstante, el presidente del INTA subrayó: “Tenemos que desarrollar los mercados para no sobreabastecer el mercado local porque el consumo de legumbres en Argentina es muy bajo. Hay que promocionarlo y mejorarlo. Todo lo que significan las harinas de legumbres para mejorar la panificación tiene un enorme camino, pero lento, y nosotros queremos empezar la producción de superficies muy grandes y por eso tenemos que salir a la exportar”. En la misma línea, destacó el potencial de las legumbres como forrajes. “Otro aspecto importante es el reemplazo de legumbres con respecto a la harina de soja para poder generar la fuente proteica en bovinos y porcinos. Nos permitiría que en los años haya mucha demanda a nivel mundial, estar en el mercado y en los años con problemas de demanda, volcarnos al consumo interno a través de sustituir la harina de soja”.
Por último, al realizar un balance sobre la 13° edición de Expoagro, Balbín analizó: “Este año hay otro aire, otro ambiente, otro ánimo y la exposición lo expresó. Creció Expoagro, la apuesta que hubo fue muy importante y se refleja acá. Hay mucha voluntad de compra y de reactivación de todo el sector”.