El ex ministro de Agroindustria Ricardo Buryaile es hoy candidato a Diputado Nacional por Formosa, por el “Frente Amplio Formoseño”. En diálogo con Palabra de Campo -por Radio 10-, el ex funcionario revela algunos datos de la campaña y habla sobre la situación de los formoseños.
De las recorridas que emprendió por toda la provincia, Buryaile entendió que dos de los temas más importantes para los habitantes de Formosa son la inflación y el empleo. “Por cada 100 trabajadores privados, hay 220 del Estado, se otorgan 53 mil pensiones, y hay un 60% de la sociedad sin cobertura social”, explica.
En esa línea, asegura que los recursos propios de la provincia representan el 5% del Presupuesto, y el 95% restante viene de la coparticipación. “El empleado municipal cobra 6.000 pesos, entonces tiene que basar su economía en ese sueldo y alguna pensión, y es casi imposible generar una sociedad de consumo”, dice.
Por eso le parece importante hacer muchas inversiones para generar algún tipo de producción, porque uno de los temas más difíciles allí es generar empleo privado. Aunque para Buryaile, Formosa necesita un cambio cultural para poder avanzar.
También se refirió a la producción en esa provincia y a la situación de los productores de bananas. Si bien admitió que las lluvias hacer intransitables los caminos y que no hay internet en los campos, por ejemplo, advierte que el problema de la producción de bananas es mucho más complejo.
“Tiene que ver con que son todos pequeños o medianos productores, que no resisten contingencias climáticas o avatares de precios. Formosa produce el 5% de la banana en Argentina, y es una realidad difícil de cambiar porque los productores son muy chicos”, dijo.
Buryaile recuerda que, cuando fue ministro, solicitó un instrumento como “FondAgro”, que le parece la forma de ayudar a los productores. “No encuentro otra -dice- porque no tienen acceso al crédito pero necesitan reconvertirse, adquirir tecnología, y la salida está ahí”.
Para él, la clave será formar cooperativas, trabajar de forma asociativa, y no pedir el cierre de importaciones, en un país que sólo produce el 20% de lo que consume, y necesita comprar afuera.