
Aunque existen alrededor de 130 años de distancia en trayectoria entre las históricas cabañas ganaderas del país y los establecimientos más jóvenes de la Patagonia, los criadores del sur argentino ya han experimentado la satisfacción de obtener un Gran Campeón en la Exposición Rural de Palermo.
“Ir a medirte en Palermo, que es el mundial de las vacas, es el sueño de todos los cabañeros”, afirmó Walter Gualdesi, presidente de la Asociación de Criadores de Hereford de la Patagonia y responsable del establecimiento Antigue, situado en Pradere, al sur de la provincia de Buenos Aires.
Mientras esta semana comenzaron a ingresar los primeros animales al predio de la Sociedad Rural Argentina, la actividad central con los jurados se desarrollará la próxima. Entre los representantes de la región patagónica y Río Negro estarán presentes, además de Antigue, las cabañas La Cantera (de Juan Manuel Sosa, Viedma), JC (de Juan Carlos Sagarzazu, Pradere), Don Fioto (Luciano Correndo, Stroeder) y La Laguna (Julián Lavayén, General Conesa).
“Si tenés la suerte de sacar un gran campeón, es un hito para la historia de la cabaña”, sostuvo Gualdesi, quien recientemente visitó Tierra del Fuego en su rol institucional. Aunque reconoce un avance notable de la raza Angus, sobre todo en las áreas bajo riego, el Hereford continúa liderando en muchas zonas extensas. “Por su mansedumbre y su buena aptitud carnicera”, destacó, y subrayó que “en campos de grandes extensiones, con monte, que tenemos mucho de eso, la mansedumbre es algo muy importante”.
El crecimiento de las cabañas del norte patagónico comenzó en 2013, cuando se reubicó la barrera sanitaria sobre el río Colorado y se eliminó la zona buffer. Esta nueva situación impidió traer toros del norte del país, lo que obligó a los productores locales a desarrollar su propia genética.
“Los que teníamos una cabaña chiquita, vimos la oportunidad e hicimos un salto de calidad a costa de embriones, comprando genética de los mejores reproductores”, relató Gualdesi. Aunque reconoce que este proceso requiere inversión y paciencia, aseguró que “con el tema de los embriones, se crece muy rápido en la parte genética, aunque –obviamente– todo lleva su tiempo, su costo, pero entramos en esta carrera para mejorar y ofrecer un mejor producto”.
En perspectiva, vale mencionar que la cabaña Angus más antigua del país es Charles de Guerrero, fundada en 1879 por Carlos Guerrero, quien introdujo al país al toro Virtuoso y a las vacas Cinderella y Aunt Lee. En tanto, Cabaña San Juan, fundada por Leonardo Pereyra en 1862 en Quilmes, Buenos Aires, es la más antigua del país en la cría de Hereford.
Un giro en la historia genética
Para alcanzar un reproductor de alto nivel genético, hoy se recurre a técnicas como la transferencia embrionaria y la compra de vientres al norte de la barrera. Gracias a esto, los animales que producen los criadores patagónicos “están a nivel de las mejores cabañas del país”, resultado de “la fuerte inversión que se ha hecho en Patagonia por parte de los cabañeros”.

Si bien años atrás el material genético provenía, en su mayoría, de Estados Unidos y Europa, actualmente se prioriza la genética local. “Mayormente (el material genético) es todo nacional”, precisó Gualdesi, quien ya logró un Gran Campeón en Palermo con su toro “Mando”, de la raza Limangus.
“Hubo en la ganadería argentina un cambio de paradigma, porque antes se traía mucha genética de Estados Unidos, pero ahora empezó a pasar que -embriones de cabañas importantes de Argentina- se llevaron a Estados Unidos y nacieron toros que lo están usando de padres en cabañas importantísimas de allá, sobre todo en Angus, y es como un cambio de paradigma”, comentó.
Este cambio se sustenta en el reconocimiento internacional a la genética argentina, particularmente por la conservación del fenotipo y la pureza racial. “Es muy valorada a nivel mundial, principalmente por la pureza racial, por el fenotipo, por conservar las características más importantes del animal”, explicó Gualdesi, y agregó que en otros lugares “en esa carrera de los números, han perdido mucho en la parte fenotípica”. Por eso, remarcó que “hoy Argentina es un reservorio de esa calidad racial”.
Limangus: una nueva estrella en la pista de Palermo
En la edición pasada de Palermo, Gualdesi obtuvo un Gran Campeón con un ejemplar de la raza Limangus, que combina un 70% de genética Angus con un 30% de la francesa Limousin, lo que aporta mayor rendimiento en carne. “A partir de ahí fue todo un boom. En el remate mío del año pasado llevé 13 toros limangus, y fue récord a nivel país en precios. Se los disputaron muchísimo”, recordó.

Toro Limangus
Por último, vale destacar que esta raza fue desarrollada hace más de medio siglo en Argentina por varios criadores y, según el productor, “ya está muy estabilizada”.