Este aumento responde al esfuerzo de logística y coordinación de muchos actores de la cadena agrícola en 18 países de América Latina, que han entendido el concepto de responsabilidad compartida, resalta José Perdomo, Presidente de CropLife Latin America.
La recuperación de envases vacíos de agroquímicos para su reciclaje y disposición final adecuada es la misión del Programa CampoLimpio, una iniciativa regional que ejecutan las asociaciones nacionales asociadas a CropLife Latin America en alianza con organizaciones publico-privadas. El año pasado el costo del programa ascendió a más de 18 millones de dólares en América Latina.
La mayoría del plástico recuperado fue destinado a reciclaje de distintos productos. En Brasil, el Sistema CampoLimpo los utiliza para fabricar nuevos envases de productos fitosanitarios. En Colombia se diseñan postes o tutores para cultivos como frijol, en Uruguay, topes para carreteras, para mencionar algunos casos.
Responsabilidad Compartida
Este concepto es clave cuando hablamos del uso responsable de los plaguicidas, productos para la protección de cultivos o productos fitosanitarios. Un componente importante del uso responsable es lo que debemos hacer con los envases plásticos provenientes de estos productos. Aquí la responsabilidad es compartida, porque el agricultor debe usarlos, lavarlos, inutilizarlos y devolverlos o contribuir a su recolección; los distribuidores deben facilitar la recolección, los fabricantes deben promover la recolección y disposición final adecuada y las autoridades deben cooperar y garantizar el cumplimiento de las responsabilidades
