En estos momentos hay 19 vapores cargando soja en los puertos argentinos por un total de 710.000 toneladas con destino a China y hay otros 15 buques por otras 383.000 t con otros destinos (tan diversos como México, Turquía, Portugal, Grecia, Israel, Italia, Perú, Egipto y el Líbano). Y hay cuatro vapores más por 140.000 t que no tienen destino declarado. El tema es que China ya no esta sola en el mercado de soja de la Argentina, si bien en estos momentos los vapores a la carga representan casi el 60% del total de buques.
Todos quieren tener una pata en la Argentina, pues se trata del centro de originación de soja, aceites y subproductos más eficiente del mundo. Sólo faltan los rusos que vengan a instalarse en la Argentina. Será cuestión de tiempo. Todos quieren atender al “Rey Mercado”, en este caso China, pero lentamente los chinos van a ir generando su propia originación en el interior para exportar por sus puertos y embarcar con sus barcos.
El presente y el futuro del negocio del trading es la originación y, en ese sentido, empresas exportadoras que cuenten con instalaciones de acopio, almacenaje y plantas de acondicionamiento en el interior tendrán grandes ventajas sobre el resto. Sin embargo, hay planes de expansión en el interior de grandes empresas que hoy no están. Los productores tendrán mayores posibilidades de ofrecer sus cosechas a un puñado de compradores, tendremos por delante un mercado de demanda, con pocos compradores necesitados por el físico y miles de productores que deberán saber sacar ventajas de su bien preciado, “el poroto de soja”.