El manejo del maíz tardío puede ser clave para la rentabilidad de la siembre. Al respecto disertó, en el XVII Congreso de Aapresid que tiene por lema "30:10000 Conciencia Suelo", Lucas Borrás de la Facultad de Ciencias Agrarias UNR y el CONICET.
“Lo importante – resaltó Borrás, es tener en cuenta la elección de genotipo, el uso de fungicidas y el manejo de nitrógeno en el maíz tardío”. Luego de su exposición, entre las consultas del público, se hizo mención al uso del insecticida y brindó algunas recomendaciones sobre fechas de siembra exacta, entre otras cuestiones.
En relación a la elección de genotipos, Borrás mencionó que hay claras diferencias en el rendimiento. Esto quiere decir que existen distintos tipo entre los que son comerciales y están instalados en el mercado. “Hay que observar bien el rendimiento y la relación humedad/cosecha de cada genotipo puntual porque el tema de secado, por ejemplo, puede hacer que se pierdan muchos kilos si hay que secar”, explicó.
Borrás agregó que en general, en los maíces tardíos se observan “respuestas positivas a la incorporación de algún fungicida como protocolo en algún momento vegetativo”, y estas pueden ir desde los 300 kilos hasta 600/700 u 800 kilos. “Esto puede provocar que haya más probabilidades de una respuesta positiva al norte y con mayores probabilidades en algunos genotipos puntuales que son los que se enferman más.
Desde hace tiempo, la Facultad de Ciencias Agrarias y un equipo de investigadores vienen trabajando con Aapresid en modelos de respuesta a la aplicación de nitrógeno. Al respecto, Borrás sugirió algunas cuestiones en base a cómo aplicarlo en un maíz tardío, sobre todo cuando se lo compara con el temprano (esto sirve para entender cómo usarlo).
Sobre la Fertilización, el ingeniero explicó: “La decisión de con cuánto fertilizar o qué respuesta en kilos voy a tener con respecto a kilos de granos por kilos de N aplicado en un maíz tardío, dependerá de dos cosas. La primera es de cuánto nitrato tenga a la siembra, con lo cual el productor tiene que hacer un análisis de suelo. Y lo segundo es ver el tipo de suelo, porque eso dará la idea del potencial de ese lote. La probabilidad de respuesta más alta será en los lotes que tengan menos nitratos a la siembra y que tengan mejor calidad de suelo”.
Para finalizar, Borrás informó que están trabajando en el desarrollo de una app donde el productor tenga total acceso a todos los datos que se han generado. “Es una manera de darle mayor utilidad a este trabajo, hay que aggiornarse y sería una manera en la que podría conseguir mucho más alcance”, determinó.