A partir de este jueves, los combustibles salen un tres por ciento más luego de la oficialización del incremento en el impuesto que se traslada directamente al precio de la nafta y el gasoil, algo que se combina con la devaluación mensual del peso.
Los nuevos valores del Impuesto sobre los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono se fijaron a través del decreto 681/2024 en el Boletín Oficial, publicado esta madrugada. La actualización ronda el 1 por ciento. Estos nuevos montos regirán hasta el 31 de agosto inclusive.
Este porcentaje se suma a la devaluación mensual del peso frente al dólar oficial del 2%. Así, los precios de la nafta y el gasoil en las bocas de expendio sufrirán una suba del 3% en promedio.
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Los nuevos precios de los combustibles en CABA
De esta manera, la nafta súper de YPF, líder local con cerca del 60% del mercado, pasa de $941 a los $970 por litro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). El gasoil de $979 a unos $1.008 por litro, según los precios reportados en el portal Surtidores. Se espera que sus competidoras se muevan en una línea similar. Desde que asumió Javier Milei los combustibles subieron más del 126% promedio, muy por encima de la inflación acumulada.
De igual forma, el incremento está por debajo de la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec esperada por el Gobierno. La proyección oficial es que el IPC arroje 3,7% mensual para julio y que agosto se encuentre por debajo de ese porcentaje, en línea con la intención de llegar al 0% mensual antes de fin de año.
Más aumentos desde agosto
Este mes los combustibles no es lo único sector que sufrirá incrementos, puesto que los ciudadanos también se verán afectados por los aumentos en los servicios de luz y gas.
La suba corresponde a los componentes de transporte y distribución de las facturas, valores que habían sido congelados en los últimos cuatro meses también para contener su impacto en la inflación.
Las tarifas finales que pagan los usuarios se componen de cuatro ítems: el costo de la energía, el transporte, la distribución y, sobre eso, los impuestos. Sobre el primer ítem es dónde se canalizan los subsidios del Estado, mientras que sobre en transporte y distribución no hay subvenciones. Esto implica que el traslado del 4% será para todas las facturas, aunque su impacto final será menor a ese porcentaje. De igual forma, el Ministerio de Economía aún ultima los detalles de este incremento.