Del 19 de marzo, cuando se hacía oficial en boca del Presidente argentino el inicio de la cuarentena obligatoria, hasta el último anuncio que se hizo sobre una nueva etapa del aislamiento, pasaron cosas. La foto política fue cambiando alrededor del mandatario. Sobre eso dialogó con Radiocampo -por Radio Colonia- el analista político Sebastián Dumont, quien explica que la actividad del fin de semana abrió una mirada sobre la transformación de ese cuadro político que rodea al Presidente Alberto Fernández desde el inicio de la cuarentena en Argentina.
“Si nos remontamos al 19 de marzo, ese jueves en que se anunció el inicio de la cuarentena obligatoria en todo el país, el Presidente estaba rodeado por Gobernadores oficialistas como Kicillof y opositores como el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta. Pero eso fue cambiando”, dice.
En los siguientes anuncios empezó a tomar fuerza la presencia del Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García: “Eso dejaba en claro que la cuestión sanitaria está por encima de cualquier otra problemática actual”.
“Hasta acá, venían mostrando un trabajo y una relación estrecha entre opositores y oficialistas, y entre todos los gobernadores, de hecho eso le había costado una interna a Rodríguez Larreta hacia adentro del PRO. Pero después del anuncio del último sábado, cambiaron todavía más las cosas”, afirma.
Es que, tras un anuncio confuso del Presidente sobre “salidas recreativas” de 1 hora al día por un radio de 500 metros, Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, las tres provincias más importantes en términos poblacionales, junto con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se reunieron para decir que no podían habilitar esa circulación.
“Ahí se vio una diferencia grande porque incluso opositores y oficialistas también se reúnen para contradecir de alguna manera al Presidente”, explica Dumont, y agrega que lo que también generó un debate interno es “la manera en la que decidieron comunicar la nueva etapa de la cuarentena, con un mensaje poco claro, sin preguntas de los periodistas, y con un escenario montado de una forma muy distinta a la de los primeros anuncios”.