El rendimiento de indiferencia es un indicador que se calcula para entender fácilmente
cuánto debe rendir la producción agropecuaria para no ganar ni perder dinero con la producción.
Escuchá la columna de Ezequiel Cruz- consultor agropecuario de Grupo Cencerro- en Agrolink Radio
Desde Grupo Cencerro siempre mencionamos que la información debe aportar
claridad al productor agropecuario y tiene que estar de forma clara y accesible. El rendimiento de indiferencia aporta eso: claridad sobre lo que tiene que rendir el cultivo o la hacienda para saber que es “ganancia” y que es “recupero de inversión”.
Por ejemplo, si la soja rindió 3 tn por ha. el rendimiento de indiferencia son 2,1 tn por ha,
lo que significa que el productor comienza a percibir ganancia a partir del kg 2101 cosechado.
Se debe usar este indicador para tener bien claro que parte de la producción sirve para
recuperar la inversión y que parte puede ser considerado parte de una ganancia (antes de
impuestos).
Lee también: ¿Cómo determinar la rentabilidad del negocio agropecuario?
¿Cómo determinar el rendimiento de indiferencia?
El rendimiento de indiferencia se calcula sumando todos los costos asociados esperados a la explotación e igualandolos con los ingresos esperados (expresados en precio por kilo).
Un ejemplo es cuando el costo de producir soja equivale a USD 420 por hectárea, el precio de venta neto de la soja son USD 200 la tonelada y el rendimiento esperado son 3 tn/ha (3000 kg/ha):
1. Se deduce que 2100 kg (2,1 tn x 200= 420) es el punto donde el productor no gana
ni pierde. El productor recupera la inversión, es decir, el capital que puso al principio
de la campaña.
2. 900 kg por hectárea es la ganancia antes de impuestos del productor.
Lee también: La importancia de incluir el costo de oportunidad en el análisis de arrendamientos
El rendimiento de indiferencia cambiará si el productor accede a un mejor/peor precio de
venta , también, en caso de que bajen o suban los rindes esperados.
Entonces, es muy importante trabajar en la comercialización, apuntando a vender lo más eficientemente posible y no únicamente vendiendo cuando falta de liquidez en la empresa.
Este indicador se debe medir mes a mes para achicar el riesgo, aumentar la ganancia y
tomar las mejores decisiones.