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Cómo es la resolución del Gobierno que pone en riesgo la primera exportación de chía argentina

En diálogo con Radio Campo, Gabriel Duranti, titular de DMC Agroindustrial, cuenta los detalles de una problemática que comenzó con la medida del BCRA después de las PASO y puso en jaque el acuerdo para concretar la primera venta de chía de esta empresa argentina a la India, a poco de abrirse ese mercado.

En julio la Argentina se abría otro nuevo mercado, uno dentro de los cuarenta que logró este año, y quedaba habilitada a vender chía a la India. En agosto, nos enteramos de que sería DMC Agroindustrial la empresa que concretaría finalmente la primera exportación de ese producto y que el país estaba cerca de convertirse en el primer productor a nivel mundial.

Sin embargo, el efecto PASO, sorpresivo y disruptivo, también tuvo su impacto aquí. El Gobierno salió con un paquete de medidas anunciadas en un lapso de dos semanas a intentar cambiar el panorama económico y social provocado por la fuerte devaluación del 12 de agosto en adelante. Una fue la restricción a la compra de dólares, llamada por el Gobierno como “control de cambios” o por Luciana Salazar como “cepo cheto”. Dentro de la resolución del BCRA se exigía a los exportadores que liquiden las divisas de sus ventas entre 7 y 15 días no del cobro de la mercadería sino al momento en que Aduana oficializa el embarque del contenedor.

Gabriel Duranti, titular de DMC Agroindustrial, cuenta que esta medida los dejó en jaque. “Nosotros tendríamos que liquidar en 15 días de embarcado el contenedor la totalidad del valor del embarque, pero nos implica poner la plata, porque es liquidar independientemente de la condición de pago o del acuerdo que hayamos establecido con el comprador”, explica.

En general, para estas ventas en el mercado internacional, detalla, se hace una cotización, se acuerda un pago de 15 o 20% al momento del embarque, y cuando el contenedor está por llegar, se hace el resto del pago, se envían esos papeles al comprador, y está a su disposición el cargamento. Pero, claro, India no está a tres días en barco, sino que, al menos, hay unos 50 o 55 días de transporte por agua, por lo que concretar todos esos pasos en 15 días es inviable para una pyme que exporta uno o dos contenedores y tiene que salir a buscar dólares que no tiene para pagar la venta de un dinero que todavía no cobró.

Pero esto no sólo paralizó el embarque de estos dos contenedores que seguro, de haberse logrado sin inconvenientes, contaría con una foto protocolar y la presencia de funcionarios, sino que frenó la actividad de esta empresa y sembró una preocupación altístima en los productores que iban a la planta a preguntar a Duranti y sus socios cómo iban a pagar la trilla, los herbicidas, y otros costos.

Y que haya frenado la actividad de DMC Agroindustrial no es simplemente eso: deben seguir trabajando porque necesitan concretar el envío de doce contenedores, que comenzaría con estos dos.

En Radio Campo -por Radio Colonia- el secretario de Agricultura, Guillermo Bernaudo, aseguró que ya están trabajando en una solución y se comprometió a exponer, a fines de esta semana, qué pudieron hacer para solucionar este problema que afectó también a otras producciones.

“No se imaginan lo que hemos sufrido desde la empresa y los productores, la incertidumbre que pasamos, la caída en lo emocional y las pérdidas en lo real. Ya empezamos a pensar que, de no solucionarse, podrían caer enormemente las superficies sembradas con chía, sésamo, maíz pisingallo y otros cultivos”, contaba.

Duranti insiste en que los productores y procesadores son conscientes de que el panorama económico es complejo y asegura que “por eso ponemos el hombro y pagamos las retenciones que nos ponen”, pero remarca que habrá que replantearse estos errores, porque “no es serio” llamar a un comprador conquistado hace poco más de dos meses para comentarle esta situación y pedirle un adelanto que, por supuesto, no cederá.