Frente a los mensajes que circularon por los medios que afirmaron que la ganadería argentina no genera los impactos ambientales de los que se la acusa y que, por el contrario, ese sector se ocupa de secuestrar carbono.
Sofía Selasco en su columna Entre Nos, de Rivadavia Agro, te explica cómo se hace una estimación de impacto ambiental. ¿La ganadería emite o no gases efecto invernadero, impacta o no impacta?
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Sofía explica que la ganadería emite, pero se puede generar un sistema ganadero de producción de carne que sea carbono neutro.
Lo primero que hay que saber es que no es lo mismo hablar de medición que de estimación.
“La diferencia entre medición y estimación es que en el primer caso el que mide va con un aparatito a campo, estimar implica utilizar fórmulas matemáticas a partir de un dato preexistente”, afirma.
Pero cuando hablamos de impacto ambiental hablamos de muchas cosas no es solo huella de carbono, hay un montón de cosas a tener a cuenta. Se puede medir la huella de carbono, la huella del agua, lo que se llama acidificación potencial, la eutrofización.
“La huella de carbono se define como el conjunto de emisiones de gases de efecto invernadero producidas, directa o indirectamente, por personas, organizaciones, productos”, explica Sofía.
“La Huella del agua es toda el agua que se emplea en esa actividad. En el caso de la ganadería, para la producción a campo, en el frigorífico y en la cadena de frío”, sostiene.
La Acidificación potencial es la emisión de ciertos gases que producen acidificación en la atmósfera o en el agua y la eutrofización es la emisión de ciertos efluentes que generan un agotamiento del oxígeno en el agua.
También hay otras Emisión de gases que interfieren en la capa de ozono y el agotamiento de recursos, y que generan impacto y también hay que medirlo.
Este último punto contempla, a la hora de hacer el inventario, a los combustibles fósiles empleados en la producción y a otros recursos extraídos de la naturaleza como el acero, el hierro o el cobre.
¿Cómo se mide todo esto?
“Existen protocolos de estudio de impactos ambientales que son gratuitos y de uso libre. Por ejemplo está el protocolo determinado por el IPCC, que es el Panel de Cambio Climático de la ONU, que se adapta en función de la medición que hay que hacer”, explica.
Si queremos hablar de ganadería hay ciertos pasos a seguir.
Esa metodología tiene un primer paso que es hacer la medición o estudio propiamente dicho, y un segundo paso que es la certificación.
Pasos a seguir
“Al sistema/actividad que se va a analizar se la toma como una caja negra con entradas y salidas. Las entradas contemplan todos los insumos utilizados para lograr aquello que hace: en el caso de la producción de carne sería desde el agua que toman los animales hasta el sistema de pasturas que tiene y la urea que compró. Hay también procesos secundarios a contemplar como por ejemplo si los animales se alimentan a maíz o a pasto. Se analiza el impacto de cada uno de los insumos que ingresan al sistema”, afirma.
“Los especialistas hacen una salvedad que hay cosas que emiten que no se toman en cuenta como ser el alambrado”, aclara Sofía.
Hay tres etapas para hacer una medición, para eso se hace se hace un inventario (también llamado ciclo de vida), que es la representación del sistema que culmina, por ejemplo, con la producción de carne.
En una primera etapa: todo lo que ocurre para lograr a llegar a dar con ese kilo de peso vivo, en una segunda etapa: que sería la vida industrial, todo lo que ocurre dentro del frigorífico y ahí se considera al consumo de energía eléctrica, de gasoil, de gas, las emisiones que produce el frigorífico al aire, los efluentes del frigorífico, el consumo de agua, la cantidad de subproducto sale desde allí, etc
“Un dato Clave cuando: la huella del animal se multiplica dentro del frigorífico porque te queda la carne sin hueso, hay una disminución del volumen, pero hay una concentración del impacto por todo lo que queda fuera de ese corte de carne: el hueso, el cuero y las vísceras”, aclara Sofía.
La emisión se multiplica y se le asigna una importancia, todo lo que no tenga un destino se considera verdaderamente un desecho, y si se le da un destino esa emisión se pudo colocar en otro lado.
La tercera etapa es cuando el kilo de carne ya envasado llega a la puerta del frigorífico. Allí inicia el proceso de la cadena de frío, el flete del frigorífico a los consumidores y termina con la cocción de esa carne. El estudio no termina con la bandeja en la góndola, porque ahí hay que considerar el consumo energético de cocinarla. El consumidor podría haber elegido entre el bife y una fruta que no necesita ser cocinada.
¿Cómo se llega a la idea de carbono neutral?
El principal punto crítico de emisiones para lograr un kilo de carne es el propio animal, que genera entre el 80% y el 90% de las emisiones de metano. Y como hablamos de huella de carbono, hay que tener en cuenta que un kilo de metano equivale a 30 kilos de dióxido de carbono.
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“La medición de impacto no es una foto, es un flujo. Si vos tenés al animal más tiempo emitiendo metano en el campo, estás aumentando la huella de carbono. Si vos lo llevas a un feedlot, por más que las emisiones estén, al lograr ese kilo de carne más rápido estás reduciendo la huella de carbono final”, explica Sofía.
Un dato importante es que cada kilo de peso vivo emite diez kilos de dióxido de carbono equivalente. En un campo común, que no sea feedlot y con ciclo completo, se produce 100 kilos de carne por hectárea por año. Eso quiere decir que se estaría emitiendo una tonelada de dióxido de carbono por hectárea por año.
¿Qué puedo hacer para secuestrar una tonelada por hectárea por año?
“Podés poner pasturas que te van a secuestrar más o menos 500 kilos, y podes hacer algún sistema de arboles, ya sea cortinas o isletas, que te puedan secuestrar hasta 7 toneladas y media de carbono por hectárea por año”, explica Sofía. “Con que se secuestre 1 yo ya estaría compensando la emisión de haber producido 100 kilos de peso vivo por hectárea por año. Y ese razonamiento implica algo de diseño”.
“Yo puedo diseñar un sistema ganadero de producción de carne que sea carbono neutro. Y si miramos el ciclo completo ahí podemos decir que la ganadería no emite por las compensaciones”, subraya.