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Con el G-20 en desarrollo, la soja fluctúa a la espera de definiciones políticas

Con la mirada puesta en la reunión que mantendrán los presidentes de China y Estados Unidos el sábado, y que podría impactar fuertemente sobre el precio de la soja, la oleaginosa cerró la semana levemente en alza. Para el maíz, la competitividad externa del cereal argentino gran parte de octubre y noviembre impulsó un notable volumen de embarques este último mes.

En el marco de la cumbre del G-20 que tiene lugar este fin de semana en Argentina, se espera que los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y su par chino, Xi Jinping, limen asperezas en sus negociaciones bilaterales de comercio durante el encuentro que mantendrán el día sábado. A la espera de resultados concretos, los futuros de soja han estado volátiles en el Mercado de Chicago, aunque cierran la semana con una leve suba. Al día jueves, el futuro más cercano cerró con una suba semanal del 1% a US$ 326/t respecto al viernes anterior (el jueves 23 la plaza estadounidense no registró operaciones por celebrarse allí el Día de Acción de Gracias).
De momento, las buenas perspectivas de producción en Sudamérica que se suman a una cosecha récord en Estados Unidos, por un lado, y un panorama sombrío para las exportaciones norteamericanas a raíz de la guerra comercial entre las dos mayores potencias del mundo, han llevado a los fondos de inversión a apostar fuertemente a una caída en los precios. Como puede verse en el gráfico adjunto, de junio a esta parte la posición neta de los grandes administradores de carteras viene siendo negativa, o vendedora. Ello significa que apuestan a precios bajos en el futuro, lo que le permitirá recomprar los contratos a un precio menor al que llevan vendiendo hoy.
Al 20 de noviembre, esta posición neta sumaba 114.600 contratos vendidos, o un total de más de 15,5 millones de toneladas, una gran apuesta para lo que suele verse a esta altura del año. En estas condiciones, el mercado se halla particularmente vulnerable a correcciones alcistas de corto plazo si una bocanada de optimismo lleva a los inversores a cubrir esta apuesta negativa, lo cual forzosamente se hace comprando contratos de soja para calzar sus ventas. Así, cualquier mejora en los acuerdos bilaterales de Estados Unidos con China tiene el potencial de ocasionar fuertes correcciones en nuestro mercado externo de referencia.
En cuanto al impacto local de estas negociaciones, se ha mencionado en informes anteriores que la demanda insatisfecha de soja americana por parte de China ha marcado un fuerte impulso de los embarques desde Sudamérica. Ello resalta en el mapa adjunto, que señala el movimiento de buques marítimos cargados con poroto de soja por el globo, mostrando una gran preponderancia de barcos que unen Sudamérica (aunque mayormente Brasil) con países asiáticos (especialmente China), algo completamente atípico para el mes de noviembre cuando el ingreso de soja nueva en Estados Unidos tiene su pico estacional, especialmente en una campaña con récord de producción como la actual. A la fecha, las ventas de exportación de soja de Estados Unidos a China acumuladas son de apenas 339.000 toneladas, mientras que en el ciclo anterior a esta altura del año se contabilizaban casi 15 millones de toneladas por este concepto.
Desde los puertos del Gran Rosario, el programa de carga del mes de noviembre que informa NABSA indica que se despacharían casi 600.000 toneladas de poroto, más de lo que se embarcó en plena cosecha. Al mismo tiempo, también se observa un cargado programa de arribo de buques con soja, que en este mes superaría el millón de toneladas. De harina de soja, en tanto, se embarcarían casi 2,5 millones de toneladas, más otras 33.500 de aceite.
Respecto de la posibilidad de exportar harina de soja a este codiciado destino asiático, se ha venido especulando que podrían concretarse acuerdos con China en el marco de la Cumbre del G20 este fin de semana en Buenos Aires. Si bien nuestro país nunca antes colocó harina de soja en el mercado chino, esto representaría una gran oportunidad dado que el gigante asiático es el primer productor mundial de carne de cerdo y consume enormes cantidades de forraje en su cadena productiva. Sin embargo, el objetivo parece complicarse frente a la competencia que presenta India, con menores costos de flete y de cara al abaratamiento que supone la depreciación de la rupia. Al mismo tiempo, Ucrania incrementó notablemente sus ventas de harina de girasol a China. Según Oil World, en el período octubre/septiembre 2018/19 las exportaciones ucranianas quedarían por encima de las 400.000 toneladas, más que duplicando las del ciclo anterior cuando apenas totalizaban 164.000 toneladas.
En relación a los precios locales, en tanto, esta semana se vieron dos jornadas de fuerte volatilidad en el mercado de cambios que impactaron sobre el precio de la oleaginosa disponible al tiempo que las perspectivas de precio para la soja nueva se vieron sacudidas por los traspiés que viene sufriendo el cultivo en la región núcleo. Así, el precio de referencia de la Cámara Arbitral rosarina para el día jueves resultó de $ 9.200/t, un 4% por encima del jueves anterior. En MATBA, el contrato para entrega en Rosario durante mayo ajustó con una suba semanal de US$ 0,8/t a US$ 244,8/t.
El progreso de las labores y los lotes recién sembrados de nuestra región se vieron negativamente afectados por un mes de noviembre marcado por lluvias records. Hay áreas que se perdieron y no pudieron aún resembrarse por falta de piso. A esto se le suma una siembra de soja de segunda trabada por la imposibilidad de cosechar trigo. Las malas emergencias, hongos y fechas atrasadas de siembra limitan el potencial de rendimiento final, toda vez que el período crítico del cultivo se corre hacia adelante, exponiéndolo a condiciones de tiempo adversas. A nivel nacional, según las últimas estimaciones oficiales publicadas, al 22 de noviembre las siembras cubren el 39% del área de intención. Ello iguala el progreso de la misma fecha del año anterior, debido a que el atraso siembra de la provincia de Córdoba y Santa Fe es compensado por el buen avance de las labores de La Pampa y Buenos Aires.
El maíz, en cambio, fue sembrado con anterioridad a la fuertes tormentas y se encuentra en mejores condiciones que la soja. Si bien hubo lotes afectados por granizo, la mayor parte crece sin limitantes hídricas y con reservas suficiente para afrontar la floración. Los sembrados temprano están cercanos al panojamiento pero gran parte están en la fase vegetativa avanzada. Su buena condición ameritó además una buena dosis de fertilizante.
En el mercado local, el precio de referencia de la Cámara Arbitral cierra con una suba semanal del 8% en pesos o del 5% convertido a dólares, a $ 5.150/t o US$ 137,3/t, respectivamente. Respecto a la nueva cosecha, para el contrato MATBA con descarga en Rosario para entrega en abril aumentó US$ 1,5/t en la semana a US$ 144/t, en tanto que por la descarga en julio la suba fue de US$ 1,7/t hasta US$ 140/t.
Los competitivos precios de exportación para el maíz argentino durante gran parte de los meses de octubre y noviembre redundaron en voluminosos despachos al exterior. Según surge de información publicada por NABSA, sólo en el mes de noviembre se habrían despachado 1,85 millones de toneladas desde las terminales del Gran Rosario, superado lo embarcado en el mismo mes en años anteriores. Es destacable que desde marzo, cuando inició formalmente la nueva campaña, hasta noviembre, los embarques totales desde la zona igualarían a los del año 2017, incluso a pesar de que la producción total de maíz, como consecuencia de la sequía, resultó un 16% inferior.

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