Tras la reunión entre el presidente argentino Mauricio Macri y su par brasileño Michel Temer, en Brasil, se anunció que se avanzará en derribar las barreras del Mercosur, lo que podría traer nuevamente la discusión sobre la importación de azúcar brasileña al país. Fuentes del sector azucarero provincial consideraron que es poco probable que esto suceda, ya que significaría el cierre de los ingenios ubicados en la región NOA, una zona con un alto nivel de pobreza y desempleo.
“Estamos hablando de un país que tiene un 30% de desocupación, un 30% de pobres... y que se haga una movida que implique más pobreza y menos trabajo sería un suicidio del presidente de la República”, expresó Julio Colombres, titular del Centro Azucarero Regional Tucumán (CART).
Además, el empresario recordó que en el año 1966, el gobierno de Juan Carlos Onganía intervino siete ingenios de la provincia, detonando una crisis que terminó con 11 ingenios, 50.000 desocupados y 200.000 tucumanos que emigraron, principalmente al Gran Buenos Aires. “No acordarse de eso sería estúpido”, dijo Colombres.
En cuanto a las posibilidades de que -en un futuro- se importe azúcar, consideró: “no tiene ninguna lógica, a menos que sea un elemento de distracción de los brasileños para algún problema que ellos tienen”.
En el mismo tono, el titular del Centro de Agricultores Cañeros de Tucumán (Cactu), Otto Gramajo, opinó que “Brasil es el principal productor de azúcar en el mundo, y no les haría falta tener que venir a un mercado como este”.
“Si Macri nos está dando un aumento en el corte de las naftas, está jugando a favor de los azucareros. Sería raro que este año juegue de una manera contraria”, razonó.
Consultado sobre su opinión acerca del motivo por el cual se trató el tema en la reunión entre ambos mandatarios, el empresario sostuvo: “lo que podría haber pasado es que Temer sea el interesado, a lo cual confiamos plenamente en que Macri le va a responder que es imposible”.
Producción de este año
El titular del Cactu consideró que están dadas las condiciones para que sea un buen año en cuanto al precio del azúcar. “El precio internacional se mantiene firme. Es bastante bueno para lo que supimos tener”, señaló.
En cuanto a los valores internos, el empresario aseguró que están en equilibrio, lo cual le permite al sector mantenerse, no así obtener ganancias. “A los cañeros medianos y chicos les conviene que se mantenga -o mejore- para el comienzo de la zafra”, detalló Gramajo, quien sostuvo que es probable que esto suceda ya que “está muy ajustado el azúcar que hay en stock con respecto al consumo y el clima viene jugando a favor”.
A pesar de que la falta de lluvias beneficia a los precios, el empresario marcó que no sucede lo mismo con la rentabilidad. “Enero ha sido muy seco. Va a haber alguna merma en la producción, seguro. Incluso, hasta la lluvia del jueves pasado, febrero venía muy mal también”.
Por su parte, el titular del CART opinó que es temprano para dar un pronóstico. “De aquí hasta la zafra falta mucho. Cual cualquier cosa que un azucarero diga, en el fondo, no es prudente”, sostuvo Colombres. Y agregó: “en abril del año pasado parecía que iba a ser un desastre, pero llovió intensamente en otoño y el cañaveral, como es un bicho raro, creció impresionantemente y tuvimos el 80% de lo esperable”.
Por último, si bien el empresario reconoció que las condiciones climáticas son desfavorables, remarcó que en términos generales los cañaverales están en buenas condiciones. “Mayor producción es difícil, pero todavía puede haberla. Si es baja, creo que va a ser un poquito. Es una opinión prematura”, finalizó.