Silvina Rocco fue entrevistada y nos acercó una primera idea de lo que son los Centros Educativos para la Producción Total (CEPT). Se trata de escuelas agrarias que adoptaron la pedagogía de la alternancia y articulan educación y desarrollo rural. “Están consideradas desde la educación como una experiencia, a pesar de que tenemos más de 30 años en el país. Es un modelo que se trae desde Francia”, expresa la presidente y agroecologista.
“En Francia – dice- se piensa dicho modelo para mantener el arraigo a la ruralidad. Es pensada para los chicos de los trabajadores rurales, justamente para que no se tengan que ir. Y cobra mucha relevancia el arraigo y el desarrollo local de la localidad, donde está emplazado cada CEPT. En este sentido, la educación es el pretexto para desarrollar la comunidad”, relata.
En tanto agrega que “en el momento en el que vivimos y en la poca importancia que se le da al arraigo y sobre todo en el programa desde el gobierno de Milei, yo creo que muchas escuelas van a tener que cambiar la currícula a este tipo de escuela”.
¿Cuántos CETP hay en la Provincia de Buenos Aires?
Y suma que “hay 35 CEPT en la provincia de Buenos Aires. Es el Centro de Estudio Para la Producción Total, entendiendo por producción total que la cultura forma parte de esa producción total. Por ejemplo, ahora estamos organizando una peña para el 10 de agosto.”
Silvina es presidenta del Consejo de administración del CEPT número 26. La escuela está ubicada en La Limpia, que pertenece al Partido de Bragado, Buenos Aires, Argentina. Allí concurren muchos estudiantes de otras localidades. Además, relata que “hay varios en la provincia de Bs As”.
En cuanto al sistema que se propone desde los CEPT destaca que “los chicos van a escuelas de alternancia. Eso implica que están una semana en la escuela y quince días en sus casas. Dónde ellos se van con tareas educativas que tienen que cumplir y donde los profesores pasan una vez a la semana a hacerle una visita, no solo al alumno, sino a la familia”, explica Rocco.
“Dónde se tienen que interiorizar, si la familia está necesitando algo, si tiene algo a la vez para ofrecer”, agrega.
Además, amplía que “no es la típica escuela donde el docente está parado allá arriba, bajando información del saber académico. Acá es un ida y vuelta. O sea, el docente transmite los saberes académicos y escolares, pero además recibe de los chicos el saber ancestral, el saber rural y el saber familiar que traen ellos”.
“Por eso están una semana también o 15 días en sus casas haciendo tareas rurales. Trabajan con la familia y están incorporados generalmente esos chicos dentro de las familias”, dice.
Y agrega que “si es que no las tienen, porque hay casos en que no la tienen, hay un padrino que se le asigna”. Y relata su caso particular con su hijo llamado Lucio: “por ejemplo, cuando me mudé de casa la cooperativa, yo dejé de producir en mi casa. Entonces, Lucio tiene un campo padrino. Se va a una estancia de Del Valle (partido de 25 de Mayo Bs A). Generalmente lo hace una semana al mes, y allá, imagínate, en una estancia. Ha trabajado en ganadería, anda a caballo, sabe vacunar, sabe apartar. Y a eso se lo enseñaron en ese lugar que carece de autoridades académicas”.
“Entonces vienen con todo un saber de trabajo transmitiéndose de generación en generación. Entonces, bueno, los chicos después vuelven a la escuela con eso y los docentes tienen que hacerse eco de eso que los chicos traen”, manifiesta Rocco.
Por otra parte, relata que “dentro del sistema también, cada CEPT tiene su ACEP, que es la Asociación Civil, que somos el Consejo de Administración, que justamente, bueno… tenemos la particularidad de que somos autogestivos, somos cogestivos. Entonces, ¿esto qué quiere decir? Que trabajamos en conjunto con todas las instituciones, ya sean gubernamentales o no, para gestionar, para conseguir recursos de lo que fuera, tanto económicos como académicos (capacitaciones).
El capón en el CEPT
La carneada también es parte del sustento económico del CEPT: “En este momento, la alimentación o los ingredientes que están llegando, son mucho menos de lo que deberían llegar. Entonces, bueno, hace días, por ejemplo, habíamos comprado un capón acá (en 25 de Mayo) de casi 100 kilos. Me lo llevé para allá (a La Limpia), y estuvimos a la tarde juntos a los consejeros despostándolo. Dejamos todo organizadito, metido en el freezer y compramos una pata de vaca también”.
“Quien estuvo al frente de la despostada fue Marcela, una de las consejeras, mujer bien campera si las hay”, expresa Rocco. “Es más, seguía con las dos medias reces y dijo, -a ver, a ver, a ver, córranse. Ustedes pónganla la sobre mi hombro-, y salió con la media res. Somos un equipo con un objetivo en común”, finaliza Rocco, quien deja en claro que la horizontalidad en la educación rural es presente y puede ser potente futuro.