La implementación de la tarjeta alimentaria fue uno de los primeros anuncios del gobierno, como parte del plan “Argentina contra el hambre”. Y Concordia, Entre Ríos, fue elegida para la prueba piloto. La localidad registra uno de los más altos índices de pobreza del país: 52,9%.
Tras casi veinte días de funcionamiento, el gobierno realizó un informe con los consumos de los beneficiarios de la tarjeta en la ciudad entrerriana. Este fue realizado por el Ministerio de Desarrollo Social, sobre el 12% de los siete mil plásticos entregados y en base a las compras en un supermercado mayorista.
El documento arrojó que el 60% del saldo disponible (y el 48% del total de productos adquiridos) fue designado a “productos recomendables”. Principalmente, carne, lácteos y verduras.
Las proteínas animales encabezan los consumos de la “Tarjeta Alimentar” en Concordia. (EFE, Juan Ignacio Roncoroni)
Por otra parte, un 22% del gasto total (o 24% del total de productos) se destinó a productos definidos como “no recomendables” por la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud: es decir, los alimentos ultraprocesados, con excesiva azúcar o sodio. Otro 18% en términos monetarios (o un 24% si se mide en cantidad de productos) fue a parar a harinas, arroz, condimientos, dulces e infusiones.
(EFE, Juan Ignacio Roncoroni)
A partir del próximo lunes 20 de enero, la “Tarjeta Alimentar” llegará a La Matanza, de la mano de Daniel Arroyo (a cargo del Ministerio de Desarrollo Social) y el intendente Fernando Espinoza. Será el primer distrito de la Provincia de Buenos Aires que la recibirá.