El último informe emitido por el Centro de Predicciones Climáticas (CPC) perteneciente a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) indica que se continúan observando condiciones de circulación compatibles con EL NIÑO. Sin embargo, las predicciones para el trimestre abril-mayo-junio arrojan chances del 83% de que este patrón entre en condiciones neutrales y un 62% de probabilidad que a partir del trimestre junio-julio-agosto comience a desarrollarse un evento LA NIÑA.
Actualmente las regiones monitoreadas en el Océano Pacífico Ecuatorial presentan temperaturas de superficie del mar de al menos 1 °C por encima de los valores promedio, a excepción de la caja ubicada en la costa peruana, en donde se observa un valor muy cercano al promedio. Se viene registrando un enfriamiento generalizado de la temperatura superficial del mar en latitudes ecuatoriales respecto a los períodos analizados anteriormente. Para que se establezca el patrón de LA NIÑA, se deben registrar temperaturas superficiales del mar inferiores a -0,5 °C respecto de los valores normales en el Océano Pacífico central durante al menos 5 meses consecutivos, y una intensificación de los vientos alisios provenientes del este en las latitudes cercanas al Ecuador. De esta forma, la circulación de la atmósfera en latitudes tropicales, apila las aguas cálidas en el oeste el Pacífico y da lugar al surgimiento de aguas relativamente más frías en la costa sudamericana.
Este fenómeno no es aislado sino que tiene teleconexiones a lo largo y ancho de todo el globo. En Argentina, un patrón LA NIÑA durante los meses de invierno está asociado a precipitaciones por debajo de las normales en la provincia de Buenos Aires y este de La Pampa y temperaturas inferiores al promedio para toda la región centro y norte del país.
Este forzante favorece aún más las condiciones deficitarias de lluvias en la región del Litoral, centro-este y norte del país hacia los meses de primavera. Cabe destacar que estos mapas de anomalías (es decir, cuánto se alejan los valores respecto a promedio) representan un comportamiento medio para los casos NIÑA, pero no todos los eventos son iguales ni tampoco es el único patrón que rige a la atmósfera. Existen otros forzantes en diferentes escalas espacio-temporales que pueden reforzar o actuar en contra de este gran patrón de circulación, provocando que el resultado difiera del promedio esperado.
Previo al establecimiento de LA NIÑA, pasaremos por un período de condiciones neutrales del ENOS (El NIÑO Oscilación del Sur) en donde deberemos prestarle mayor atención a los forzantes de escala subestacional (menor a 3 meses) y de escala sinóptica (hasta 10 días). Los pronósticos a mediano y corto plazo se transformarán en herramientas fundamentales para la planificación de las labores de siembra y fertilización, entre otras acciones de manejo de los cultivos.