El miedo es una respuesta emocional normal en situaciones que puedan significar un peligro para el animal. Luego esta conducta se puede transformar en fobia y repetirse aunque no haya un verdadero riesgo e incluso en forma exagerada ante pequeños estímulos. Las fobias más comunes son las asociadas a ruidos intensos como los disparos, fuegos artificiales (pirotecnia) o truenos.
Los animales jadean excesivamente, caminan de un lado a otro sin un objetivo, se esconden, tiemblan, se dilatan sus pupilas, presentan salivación abundante, no quieren comer, buscan la protección del dueño, intentan huir, etc.
En los gatos los signos pasan más desapercibidos, en general tratan de ocultarse o escapar.
Todos estos signos indican la falta de bienestar del animal, es decir que nuestros animales están sufriendo.
El manejo adecuado de los dueños puede mejorar esta situación y a tal fin a continuación se enumeran algunos consejos para aplicar durante los eventos de pirotecnia:
-Tratar de que los animales estén en lugares cerrados, lo más aislados posibles del ruido exterior. Si es posible cerrar ventanas y persianas. Si el animal está habituado, colocarle tapones de algodón o de silicona en los oídos.
-Generar un sonido de fondo como música, radio o televisión con el objeto de disipar los ruidos de los estruendos.
-No retar ni castigar al animal que presenta la conducta de miedo pues aumenta su estado de ansiedad.
-No calmarlo ni acariciarlo en exceso ya que puede interpretarlo como una recompensa a su conducta. El dueño debería acompañarlo y transmitirle calma.
-No intentar sacarlo del lugar donde se ha refugiado porque puede responder de manera agresiva.
-Brindarle elementos que los distraigan y que el dueño interactúe en los juegos.
Existen tratamientos con medicamentos, con feromonas y técnicas para modificar la conducta como la desensibilización sistemática y el contracondicionamiento. Todos ellos deben ser llevados a cabo por un profesional.
Es muy importante que quede bien claro que estas conductas llevan un tiempo para su tratamiento. Las conductas anormales de los animales frente a la pirotecnia no deben minimizarse pues provocan sufrimiento en ellos pero tienen solución con una atención profesional previa a los eventos que la desencadenan.