Durante julio las precipitaciones registradas en la región central y norte del país fueron muy escasas o nulas. Se registraron algunos eventos de lluvias en el extremo este de la provincia de Buenos Aires y en el norte del Litoral y precipitaciones en forma de lluvia y nieve en el oeste y sur de la Patagonia. En Villa Gesell y en Mar del Plata se registraron 25.8 mm y 9.8 mm respectivamente a lo largo de todo el mes, mientras que los mayores valores de precipitación acumulada se observaron en Iguazú (125.7 mm) y en Bernardo de Irigoyen (175.3 mm). Asimismo, de forma aislada, se registraron 22 mm en Paraná. El resto de la región productiva a secano no registró precipitaciones en este último mes.
Si observamos los mapas de anomalía de humedad superficial a lo largo de las últimas 3 décadas (del 1 al 10, del 11 al 20 y del 21 al 31 de julio) estimadas a través productos satelitales con el sensor SMAP, se destaca un secamiento persistente en la capa arable en la región centro-este del país y en el la región del Litoral a excepción del extremo norte del noreste argentino.
Balance hídrico
Si comparamos los resultados obtenidos mediante el modelo BHOA (Balance Hídrico Operativo para el Agro) entre el 1 y el 31 de julio, se observa un descenso de la cantidad de agua almacenada en todo el perfil edáfico en nuestra región Pampeana. Sin embargo, este indicador continúa mostrando porcentajes de agua útil en la zona radicular entre 50 y 90% en la provincia de Buenos Aires y en el norte de la Mesopotamia, mientras que en Córdoba, noreste de La Pampa, Santa Fe y Entre Ríos estos valores descienden a un rango entre 25 y 40%, según las zonas. Si bien los cultivos de fina se hallan actualmente atravesando su estado vegetativo de desarrollo en donde la demanda de humedad no es tan alta, se requerirán de nuevas recargas de agua para completar el período crítico sin limitantes por estrés hídrico.
¿Qué se espera para los próximos tres meses?
El Servicio Meteorológico Nacional emitió el boletín de tendencia climática para el período agosto-septiembre-octubre en donde se presenta el pronóstico de precipitación y temperatura media para todo el territorio nacional. En este pronóstico por consenso se analizan no solamente las condiciones de gran escala (por ejemplo la persistencia de condiciones neutrales del índice del ENSO) sino también los resultados de los modelos dinámicos y estadísticos que emiten los diferentes centros mundiales de pronóstico. Se esperan precipitaciones dentro de los valores normales en el centro y este de la provincia de Buenos Aires, es decir, entre 150 y 200 mm acumulados a lo largo de los 3 meses. Se prevén valores de precipitación inferiores a los normales en la franja central del país (Entre Ríos, centro y sur de Santa Fe, Córdoba, este de Catamarca, este de Rioja, San Juan, San Luis y Mendoza), es decir, inferiores a 150 mm en el este e inferiores a 50 mm en el oeste de esta región. Por último se espera que, en el norte de la región central, norte del país, norte del Litoral, centro y norte de la Patagonia, La Pampa y oeste de la provincia de Buenos Aires, las precipitaciones del próximo trimestre resulten normales o inferiores a los valores normales para cada zona descripta. En cuanto a las perspectivas de temperatura media, se espera que presente con valores superiores a los normales en las regiones del norte del país, norte del Litoral, NOA, Cuyo y norte de la región central, mientras que se prevén temperaturas normales a superiores a las normales en la Patagonia y en el sur de la región central.
Por otro lado, en la próxima semana se esperan 2 eventos generalizados de precipitación que afectarán a la región central y al noreste del país. Se prevén valores de lluvia acumulada entre 15 y 50 mm en la provincia de Buenos Aires y este de La Pampa y entre 5 y 15 mm en Entre Ríos, sur de Santa Fe, Córdoba y San Luis. Asimismo, se espera un total de precipitación acumulada entre 10 y 40 mm en Misiones, Corrientes, noreste de Santa Fe, este de Chaco y este de Formosa. Estas recargas de humedad superficial serán de suma importancia, no solo para la siembra de las variedades más tardías de los cultivos de fina, sino para aumentar el contenido de agua en todo el perfil edáfico el cual presentó un descenso marcado en el último mes.