Según un informe de la BCR se “sembraron 200.000 ha de maíz en la región núcleo, un 15% de lo intencionado”.
En tanto tienen en cuenta que durante el “año pasado, en esta misma fecha, la siembra solo alcanzaba al 5% de los lotes”.
“Este año, el temor por ataques de chicharrita y la poca humedad superficial disponible fuerza a que se adelanten las siembras, incluso poniendo en riesgo la germinación del cultivo. El centro sur de Santa Fe es la zona más adelantada, con un progreso de 40%. “--Se siembra con un grado de locura impresionante. Nadie quiere desaprovechar la poca humedad superficial que queda-, mencionan en El Trébol”, divulgan desde la BCR. Por lo tanto, la escena es complicada”
Y añaden que en “el sur provincial” se “sembró el 20% del maíz. En Bigand, los lotes que vienen de soja de primera necesitan de una lluvia de más de 20 mm para asegurar la siembra. En el noreste de Buenos Aires se sembró el 7% del maíz, pero esta semana se avanzará con el grueso ya que las reservas de agua son mejores. En el noroeste bonaerense y el sudeste de Córdoba se sembró el 5% del maíz. -Ya no hay humedad para la siembra-, dicen.
Por lo tanto, desde la BCR informan que “en la región extenderán la fecha de siembra hasta mediados de octubre. Pero ante la falta de pronósticos de lluvias para los próximos días empiezan a aparecer otras alternativas en los lotes que no puedan sembrarse con maíz”.
¿Dónde resurge el girasol y el sorgo según la BCR?
Al respecto, expresan que en “áreas de la región núcleo donde el maíz tardío dominaba y la soja no supera los 30 qq/ha, el girasol y el sorgo están tomando protagonismo. Muchos productores, frente a un año marcado por la incertidumbre climática, los perfiles de los suelos descargados, y la amenaza de la chicharrita, han comenzado a considerar estas alternativas. Aunque no ofrecen los mejores márgenes, son cultivos que presentan ventajas frente al maíz tardío”
Y desde la entidad, suman que “desde el sudeste cordobés, en Noetinger reportan que, históricamente, la producción se dividía entre un 50% de maíz tardío y un 50% temprano. Pero el girasol y el sorgo vienen ganando terreno hace ya tres campañas. Allí, estiman que la superficie destinada al maíz total se reducirá en un 50% por la imposibilidad de realizar maíz tardío. Y, si las lluvias de septiembre no llegan tiempo, la caída podría ser aún mayor, llegando al 70%.
“Frente a este panorama, el girasol y el sorgo emergen como una opción defensiva y viable, sobre todo en lotes donde la soja apenas alcanza 25 a 30 qq/ha”, señalan desde la BCR.
Sorgo y girasol: ¿por qué elegirlos?
En este sentido, desde la BCR dicen que se pueden elegir “principalmente, por resistencia a la sequía y altas temperaturas”. Además, destacan que el sorgo presenta una característica particular: la latencia, a través de la cual puede retrasar la floración en periodos secos, aprovechando mejor el agua en momentos críticos y asegurando que el período crítico ocurra cuando mejoran las condiciones”.
Por otra parte, subrayan que “la cosecha temprana del girasol en febrero permite liberar los lotes para aprovechar la recarga otoñal y sembrar cultivos de cobertura o trigo. Genera ingresos a principios de año y además, se logran buenas productividades”.
Respecto a si son rentables, la BCR indica que ”tanto el girasol como el sorgo pueden ser oportunidades rentables, aunque esto depende de las condiciones de producción. Según la actualización del 10 de septiembre de 2024 y considerando un modelo típico en el que se destinan estos cultivos a ambientes más desfavorables donde otros no prosperan, es decir, suelos con limitaciones (ej: clase IV), los márgenes en campo propio son 165 u$s/ha para el girasol y 111 u$s/ha para el sorgo, para un rendimiento de 22 qq/ha y 65 qq/ha, respectivamente”.
“Sin embargo, en campo alquilado, la rentabilidad cambia considerablemente. Con un alquiler de 8 qq/ha, el girasol todavía deja un margen positivo de 40 u$s/ha. Mientras que el sorgo presenta una pérdida de -41 u$s/ha, ya que su rinde de indiferencia se ubica en 69 qq/ha”, finalizan.