No es una novedad que el maíz será la estrella de la campaña 2016/17: basta con analizar el nuevo escenario para comprobar que será el cultivo por el que más apostarán los productores gracias a la eliminación total de sus retenciones, la quita de los cupos para la exportación y las favorables condiciones climáticas. Además, la necesidad de restablecer la rotación e intensificar la sustentabilidad ambiental contribuyen a la elección del cereal, que cada vez gana mayor terreno en relación a la soja.
Si bien los cambios ya se hicieron notar durante el ciclo 2015/16, en el cual se registró un aumento del 17,6% en la producción y del 15% en la superficie con respecto a 2014/15, con ventas externas que alcanzaron las 12.789.283 toneladas a julio según el Senasa, las perspectivas muestran progresos de carácter histórico, ya que después de setenta y seis años se espera una intención de siembra del orden de las 7,2 millones de hectáreas, sin diferenciar destino. Al menos así lo señaló un informe elaborado por el área de Estimaciones Agrícolas del Ministerio de Agroindustria de la Nación, que indicó también que ya comenzaron a implantarse los primeros lotes, en lugares donde "la humedad y temperatura de suelos lo permiten, principalmente en Entre Ríos, Santa Fe y algunas zonas de Buenos Aires".
Buenos números
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en su relevamiento semanal, proyectó un crecimiento del 25% frente a la campaña previa, y aseguró que se ya se incorporaron 685.000 hectáreas, con un avance intersemanal de 8,5 puntos porcentuales.
Es que en la actualidad el grano transita la llamada ventana de siembra óptima en el centro del área agrícola nacional, aunque la entidad destacó la aparición de lotes con falta de humedad superficial que retrasan los planes, por lo cual no descartó "un pasaje a fechas tardías" para aquellos cuadros que fueron presupuestados como tempranos, principalmente en el núcleo norte y centro norte de Córdoba, donde de no registrarse precipitaciones en los próximos quince días habrá demora en las labores.
Contrariamente, en Corrientes la implantación continúa a paso firme, mientras que en La Pampa, Cuenca del Salado y centro de la provincia de Buenos Aires hubo importantes progresos.
Renace el girasol
Tras años en descenso, el girasol recuperó protagonismo este año y alcanzaría las 1,6 millones de hectáreas en 2016/17, según Agroindustria.
De esta manera, superaría en 31% al ciclo anterior, que culminó con 1,22 millones de hectáreas, debido a la quita de impuestos y a la suba de la cotización del aceite a nivel internacional.
"Sin las retenciones, el cultivo se posicionó como la mejor opción en muchas zonas. Pero el tema es que hemos superado las limitaciones que pone la Unión Europea, que es el principal comprador del mundo de aceite de girasol y el que paga un plus por la calidad.
Eso nos lleva a competir con otros mercados que pagan menos", aseguró en ese sentido el presidente de la Asociación Argentina de Girasol (ASAGIR), Luis Arias.
De hecho, ya se sembró el 30% de la superficie estimada, con 480.000 hectáreas implantadas, de acuerdo a datos de la Bolsa de Cereales.
Asimismo, en la zona pampeana hay baja disponibilidad de semillas, dada la alta demanda.
"La adecuada oferta hídrica que se presentó en los núcleos girasoleros del centro del Chaco y norte de Santa Fe permite mantener un adelanto interanual de 6,9 puntos porcentuales", explicó la entidad, que dio por finalizadas las tareas en el NEA, al tiempo que destacó que en el centro norte de Santa Fe y Córdoba la siembra avanza sobre los últimos lotes, con pocas semanas restantes para concluir.