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EEUU ratificó el cierre de su mercado al biodiésel argentino

La decisión significa el cierre de ese mercado para los próximos cinco años, debido a que el arancel fijado a modo de penalidad por la presunta existencia de dumping y subsidios en el biodiésel argentino convierte en imposible la colocación del producto en el mercado del país del norte.  Ante...

La decisión significa el cierre de ese mercado para los próximos cinco años, debido a que el arancel fijado a modo de penalidad por la presunta existencia de dumping y subsidios en el biodiésel argentino convierte en imposible la colocación del producto en el mercado del país del norte.

 Ante esta ratificación por parte del ITC -que convalidó el argumento de que la industria estadounidense se vio afectada por la existencia de dumping en la comercialización de biodiesel argentino y de Indonesia- el camino que analiza el gobierno es el de acudir en queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), como sucedió años atrás con una medida restrictiva tomada por la Unión Europea.

A mediados de enero pasado, el presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), Luis Zubizarreta, se manifestó a favor de que el gobierno presente una demanda contra Estados Unidos en la OMC para revertir las trabas dispuestas por Washington al ingreso de biodiésel argentino.

"La Argentina tiene que mostrar los dientes, no podemos no decir nada cuando nos ponen una medida absolutamente injusta, y no apelar al organismo que acepta este tipo de litigios, lo cual no debería ofender a nadie en Estados Unidos", dijo Zubizarreta.

A principios del corriente año, el gobierno de EEUU oficializó la imposición de aranceles compensatorios de hasta 72% para sus importaciones de biodiésel desde la Argentina, luego de aplicarle gravámenes transitorios durante una investigación por la que se concluyó que la industria local "está materialmente perjudicada por importaciones subsidiadas".

En ese momento, la Comisión de Comercio Internacional (ITC) determinó que las importaciones de biodiésel procedentes de la Argentina e Indonesia perjudicaban a la industria estadounidense.

Ante un nuevo planteo realizado por el gobierno argentino, la ITC ratificó la decisión tomada con anterioridad y cerró la posibilidad de avanzar en una salida negociada en el tema.