
Aunque el maíz 2024/25 está a salvo de la chicharrita, las altas poblaciones registradas refuerzan la necesidad de mantener un monitoreo constante.
Bajo ese panorama, el 17° informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis confirmó un nuevo incremento poblacional del vector, especialmente en las regiones endémicas.
Si bien más del 90% de los lotes relevados ya se encuentran fuera del período crítico de susceptibilidad, desde la Red insisten en la necesidad de sostener los monitoreos para comprender mejor la dinámica estacional del insecto y así fortalecer la toma de decisiones.
El relevamiento, realizado entre el 29 de marzo y el 14 de abril de 2025 en 389 localidades del país, muestra una continuidad en la tendencia observada en los informes previos: las poblaciones de chicharrita continúan en aumento en las principales zonas maiceras, con la excepción del Litoral, donde se mantienen estables.
Este repunte se explica, en parte, por las condiciones climáticas típicas de esta época del año y por la finalización de las estrategias de control implementadas por los productores, dado que la mayoría de los maíces monitoreados ya han superado su etapa de mayor vulnerabilidad o han sido cosechados.
Aunque los cultivos han dejado atrás el período de mayor riesgo, desde la Red Nacional de Monitoreo destacan la importancia de mantener las tareas de seguimiento, tanto a través de trampas como mediante observaciones directas en el campo.
“Así como la información generada durante esta campaña permitió anticiparse al problema y evitar repetir el desastre del ciclo 2023/24, ahora es clave continuar con los monitoreos, incluso en estos meses alejados del inicio de la siembra. Esto nos permitirá seguir construyendo conocimiento sobre la dinámica del vector y mejorar progresivamente la toma de decisiones frente a un problema complejo, cuyas soluciones no son lineales”, señaló Alejandro Vera, investigador de la EEAOC y coordinador de la Red.