
Si el Mundial de Clubes se midiera en puestos de trabajo, la carne vacuna sería el Chelsea, campeón absoluto. Las frutas y verduras, el PSG peleando la final. Y el trigo, sin tercer puesto oficial, se quedaría con el bronce. ¿Qué equipo representarían los granos? Llenan estadios enteros. Y el vino, arma miles de planteles. El agro argentino, con más de 4,2 millones de puestos de trabajo, se planta en la cancha como una verdadera potencia laboral.
En sintonía con el primer Mundial de Clubes organizado por la FIFA, FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) presentó su informe anual sobre empleo agroindustrial, utilizando analogías futboleras para dimensionar el peso real de las cadenas productivas en la economía nacional. Y el resultado asombra: 2 de cada 10 argentinos con trabajo privado se emplean en actividades vinculadas al agro.
El agro llena estadios… literalmente
Según el informe, las cadenas agroindustriales generan el 22% del empleo privado nacional, lo que representa un total de 4.200.283 puestos de trabajo. Esa cifra alcanzaría para llenar 51 veces el estadio Metlife, sede de la final del torneo.
-La carne vacuna lidera la tabla: más de 500.000 empleos, el equivalente al equipo campeón, Chelsea.
-Frutas y verduras, subcampeonas: más de 450.000 puestos, al nivel del PSG.
-El trigo se lleva el tercer lugar, con más de 400.000 puestos, como si representara al Real Madrid o Fluminense.
-La cadena del vino, ícono nacional, genera 146.000 empleos, suficientes para armar más de 13.000 equipos de fútbol.
Si seguimos con las analogías, las cadenas de granos emplean a más de un millón de personas, llenando 32 estadios completos. Y el conjunto de las carnes (vacuna, porcina y aviar) suma 800.000 trabajadores, el equivalente a 16 estadios repletos.
¿Quiénes son los protagonistas de cada jugada?
El agro genera trabajo en todo el país y a lo largo de toda la cadena productiva, desde el campo hasta la góndola. La distribución de los puestos es amplia:
-33% en producción primaria
-27% en comercialización
-22% en industria
-9% en servicios conexos
-5% en transporte y logística
-4% en insumos y maquinaria agrícola
Las cifras no son abstractas. Están en la mesa de todos los días. Desde la carne del asado de los domingos, hasta la papa de la picada, detrás hay miles de trabajadores: huerteros, tamberos, choferes, mecánicos, carniceros, contadores, agrónomos, veterinarios. Una red laboral inmensa y articulada entre el campo y la ciudad.
¿Dónde se ve el crecimiento?
El empleo en las cadenas agroindustriales creció un 2,1% respecto al año anterior. Las actividades con mayor dinamismo fueron las cadenas del girasol, tabaco, frutas y verduras, lácteos y maquinaria agrícola.
Si se analizan los grandes rubros:
-31% del empleo agroindustrial lo generan las cadenas de granos y forrajeras
-29,1% proviene de las economías regionales
-23,8% corresponde a las cadenas de carnes y lácteos
-1,8% al rubro de bienes de capital
-14,3% a servicios conexos y otras actividades
Empleo, territorio y futuro
El informe de FADA resalta un aspecto clave: el agro no es sólo una actividad del campo, sino un generador de empleo en todo el país y en múltiples rubros. Desde los viñedos de Cuyo hasta los yerbales del NEA; desde los tambos pampeanos hasta las ovejas de la Patagonia, la agroindustria emplea en ciudades, pueblos y parajes.
Por eso, el informe concluye con una demanda concreta: políticas públicas estables, que dinamicen el empleo formal, impulsen la inversión y promuevan el desarrollo federal. Hoy, de los 22,5 millones de empleos en Argentina, 18,7 millones son privados y 3,7 millones públicos. Pero gran parte del crecimiento en los últimos años se dio en el empleo informal o de baja calidad. El desafío es claro: transformar el potencial agroindustrial en empleo formal y de calidad.