El campo es amplio, variado, diverso. Es algo que desde el agro se repite a menudo pero hace falta demostrarlo en números. Con una premisa similar es que Juan Manuel Villulla -investigador del Conicet y del Centro Interdisciplinario de Estudios de la UBA- junto a otros colegas abordaron en su libro “Los números rojos de la Argentina verde” cómo se compone el campo desde lo social y económico.
Villulla visitó Palabra de Campo -por Radio 10- y explicó cómo el equipo del que forma parte se puso a pensar en qué es el campo: “Esa palabra tiene diferentes significados según las ideologías y hasta la clase social que uno tenga, pero no deja de tratarse al sector como un bloque indivisible. O se está a favor o se está en contra, como si fuese igual todo”.
El investigador del Conicet insistió en que hay una grieta entre el campo y la ciudad que es “falsa” en algún punto, o al menos está mal planteada: “Ni en la ciudad ni en el campo hay un bloque uniforme en el que todos tienen los mismos intereses o a todos les va bien o mal”.
En esa línea, contó, se propusieron trabajar sobre cómo fue la situación económica de las mayorías sociales del campo entre 2008 y 2018. Un dato que les llamó la atención, por ejemplo, es el que indica que dos tercios de las personas que trabajan el el campo lo hacen en relación de dependencia. Es decir, seis de cada 9 personas que trabajan en el campo son “empleados”.
Con esto, los profesionales sacan de la lógica o del imaginario esa concepción de la camioneta 4x4 vista como símbolo de riqueza y no de material de trabajo, o de que sólo se hace soja, explicó.
Lo que el estudio analizó es la zona pampeana: Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires y La Pampa. El número económico del campo fue el estudiado desde sus dos producciones más importantes: granos y carne vacuna.
