
La confianza del productor agropecuario volvió a retroceder en la última medición del Ag Barometer Austral, el índice elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. En lo que va del año, el indicador acumula una caída del 15%, frente al pico de noviembre de 2024 (149 puntos).
Aunque el índice general se mantiene en terreno positivo, las señales más preocupantes se observan en las expectativas de inversión, que se desplomaron 59% en ocho meses, al pasar de 112 puntos en noviembre de 2024 a 66 en julio de 2025.

El ánimo del campo retrocede y la inversión se desploma 59%
“Hoy, dos de cada tres productores (67%) consideran que no es un buen momento para invertir en maquinaria, instalaciones o ganadería. La caída acumulada desde noviembre marca un freno evidente en las decisiones de largo plazo”, advirtió Carlos Steiger, director del Ag Barometer Austral.
El deterioro de las Condiciones Presentes –que bajaron de 94 a 89 puntos– se combina con un comportamiento más conservador por parte del productor: manejo medido de stocks, baja adopción de tecnología digital y postergación de decisiones estratégicas.
Un 76% mantiene aún soja y maíz sin vender, y dentro de ese grupo, un 30% conserva más del 50% sin precio. El 84% planea usar esos granos para financiar la próxima campaña y pagar arrendamientos e insumos, mientras que un 29% espera una mejora en los precios internacionales.
“Con tasas reales altas y crédito escaso, el productor prefiere financiarse con recursos propios. Por eso, el stock de granos se volvió la principal herramienta para sostener la campaña 2025/26”, explicó Steiger.
El relevamiento muestra que las elecciones legislativas de octubre y la continuidad del plan económico oficial son factores clave en la toma de decisiones. “Este año no solo se juega la rentabilidad de la campaña, sino la dirección de la política económica de los próximos años. Muchas inversiones se postergan hasta conocer el resultado electoral”, señaló el especialista.
El anuncio del presidente Javier Milei en la Exposición Rural sobre la baja permanente de retenciones en soja, maíz, trigo y carne generó un impacto positivo en las expectativas, pero no alcanzó para reactivar la inversión.
El 44% de los productores modificará su esquema de siembra para la campaña 2025/26. La tendencia es clara: más maíz temprano y menos soja, aprovechando la relación de precios y el clima favorable.
Proyección de áreas:
- Maíz temprano: 28,4%
- Soja de primera: 28,1%
- Trigo/soja de segunda: 14,7%
- Trigo: 10%
- Maíz tardío: 7,9%
- Girasol: 6,4%
- Otros: 2,9%
“Este cambio refleja la búsqueda de rentabilidad y el aprovechamiento de condiciones climáticas para el maíz temprano”, concluyó Steiger.
