
Un elemento que contribuye a un aumento de la demanda interna es que los precios de la carne (tanto en hacienda como en góndola) están creciendo a un ritmo menor que la inflación general.
En este sentido, según datos de CICCRA, en junio, el valor de la hacienda comercializada en Cañuelas apenas bajó un 0,5% mensual, manteniéndose alrededor de los $2.211 por kilo vivo, un nivel similar al promedio de los últimos cinco meses.

Faena en aumento
Producto de una combinación de una faena que creció –aunque levemente, y después de meses en baja– y de exportaciones que retrocedieron, el volumen volcado al mercado interno creció a una alta tasa y eso implicó que el consumo interno por habitante por año vuelva a ubicarse por encima de los 50 kilogramos.
Otra explicación reside en precios que en general se han mantenido estables, tanto de la hacienda como en los mostradores de carnicerías y góndolas de supermercados, lo que permite mejorar el poder adquisitivo de la población.

Carne al consumidor: precios
Respecto a los precios para el consumidor, mientras la inflación mensual de junio fue del 1,6%, el aumento en las carnes y sus derivados se situó en un 0,7%. Esto es consistente con el comportamiento general del rubro alimentos, según mediciones del INDEC.

CICCRA detalló que "entre mayo y junio, los cortes de carne vacuna mostraron un incremento promedio del 1,2%, las cajas de hamburguesas subieron un 1,4%, y el pollo entero bajó un 0,7%. En particular, el kilo de asado no varió su precio, mientras que la paleta aumentó un 2,4%, la carne picada común un 1,9%, el cuadril un 1,2% y la nalga un 0,6%.”
