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"El debate que no saldó el Mini Davos", por Salvador Distefano

El gobierno apuesta por un dólar a $ 23,53 para el final de su mandato en diciembre de 2019. Una parte del mercado acopia dólares por que lo ve barato, otra parte se posiciona en pesos. ¿Quién tiene la verdad? El gobierno nacional colocó una letra en pesos...

El gobierno apuesta por un dólar a $ 23,53 para el final de su mandato en diciembre de 2019. Una parte del mercado acopia dólares por que lo ve barato, otra parte se posiciona en pesos. ¿Quién tiene la verdad?
El gobierno nacional colocó una letra en pesos a septiembre de 2018, con pagos de intereses semestrales, a una tasa del 21,2% anual. Una letra en dólares a 120 días se colocó a una tasa del 3,09% anual. ¿Por qué tanta diferencia?

En el mercado la mayoría de los inversores aman y prefieren al dólar como moneda de atesoramiento. A pesar de que, en los últimos años, atesorar dólares no fue un buen negocio.

En el mes de agosto los inversores individuales compraron U$S 1.567 millones, casi un 5% del total de reservas. El 47% de las compras se realizaron por montos inferiores a los U$S 10.000, eso quiere decir pequeños ahorristas.

Otro dato particular, es que la demanda de dólares para turismo crece todos lo meses. En agosto ascendió a U$S 690 millones, lo que nos muestra que viajar al exterior sigue siendo muy económico, respecto de los valores en nuestro país. Quien pudo ahorrar para el pasaje de avión, no duda en vacacionar en el exterior, la gran diferencia es el boleto aéreo, una vez que llegas a destino, toda la vida es mucho más económica.

Por otro lado, hay inversores que desean apoyar al gobierno y se sienten muy cómodos con un tipo de cambio bajo, y tasas altas en términos reales. Las licitaciones de letras del Banco central, y bonos del tesoro han sido un éxito. El presidente del Banco Central apuesta a una tasa de inflación del 6,9% anual para el año 2019, y dice públicamente que una tasa de inflación del 1% mensual es elevadísima.

En el seno del gobierno hay dos visiones totalmente diferentes. Hay ministros que dicen que hay que acelerar la baja de tasas, para generar una rápida reactivación. Por otro lado, el presidente del Banco Central no desea apresurarse en el combate contra la inflación, y baja lentamente los tipos de interés.

Lo que nadie aporta al debate, es ¿Qué pasaría si la tasa baja abruptamente?, ¿seguirían invertidos en letras por un total de $ 640.000 millones?, o se pasarían al dólar de $ 15,30.

Lo que nadie quiere expresar, es si el dólar esta caro o barato. Trataremos de aproximarnos a una reflexión respecto a este tema.

1) El gobierno definió su política económica de gradualismo, con lo cual avisa que nada cambiara abruptamente. Ni la tasa, ni el dólar.

2) Prefiere un dólar bajo que le de gobernabilidad, a un dólar elevado que satisfaga a inversores y exportadores.

3) Buscaría ganar competitividad a través de bajas de impuestos, mayor inversión del Estado, y llegada de inversiones del exterior.

4) El mundo apoya el cambio a medias. Hay un gran optimismo por el país, pero nuestros bonos largos rinden el 6% anual, mientras lo de Brasil rinden el 4,5% anual. Claramente les creen más a los vecinos. 

5) En el plano interno, los empresarios no están haciendo cola en la AFIP para ingresar al blanqueo. En el pasado reciente desconfiaban de Cristina Kirchner, de Macri también.

En este escenario no parece que tengamos todos los problemas resueltos a corto plazo. Sin embargo, el gobierno persistirá en su plan hasta que las elecciones de mitad de mandato en octubre de 2017 le indiquen si el mercado y los electores apoyan el gradualismo, o prefieren otro tipo de ajuste para seguir adelante.

El problema es el mientras tanto, que podemos hacer hasta que el gobierno ratifique o rectifique el rumbo.

Lo mejor pasaría por tener una porción pequeña de inversiones en dólares, porque las tasas que devengan estas inversiones son muy bajas. Se recomienda colocarse a corto plazo, letes al 3% anual.

No es momento para realizar colocaciones en pesos a plazos más elevados de diciembre de 2017, por ende, no nos enamoran los bonos en pesos a septiembre de 2017. Preferimos invertir en Lebac a 35 días a tasa del 27,25% anual, o a 252 días a tasas del 24,5% anual.
Las acciones son un activo muy volátil, están presionadas por lo que suceda en el contexto internacional e interno. En el mundo nadie sabe si en el año 2017 Estados Unidos estará gobernado por Hilary Clinton o Donald Trump, con políticas muy opuestas y consecuencias bien diferentes en la economía real.

En el plano interno, los precios de las empresas que cotizan en bolsa son un regalo. Hay que buscar un punto medio de riesgo, y comprar empresas con activos estratégicos, pueden ser las ligadas a bienes raíces, como Consultatio y Cresud; energía como el caso de Pampa, Servicios como es el caso de banco Macro, petroleras como Petrobras Brasil o papeles del panel general, que cuando menos te descuides explotan en capitalización como fue el caso de la cementera Juan Minetti que a principio de año valía $ 18,00 y ya cotiza en $ 36,00.

Las propiedades son un buen activo para capitalizarse, y con precios a la suba a corto y mediano plazo.

Para darse un gusto, viajar o un auto importado son una buena opción, viajar a las grandes capitales del mundo, o manejar el auto alemán soñado nunca estuvo tan económico.
Por último, invierta en usted, capacítese, e incorpore capital a su empresa. En el futuro, siga Macri en el gobierno o lleguen un nuevo líder al poder, su empresa es lo primero, no deje de invertir, y afine los planes de negocios a futuro. Tome todos los recaudos posibles. Recuerde que, si invierte en pesos, tiene un mercado de futuros de dólar que le puede asegurar los vaivenes de la economía. Si se coloca todo en dólares, quedará atado a una rentabilidad baja, e inclusive puede perder poder adquisitivo a futuro.