Rivadavia Agro

"No nos hicimos escuchar": la critica del ex funcionario del agro de Milei que, ahora, integra la lista de Talerico

El referente de Potencia Buenos Aires cuestionó el modelo impositivo actual, reconoció errores del sector agropecuario y planteó la necesidad de una política más integral para potenciar la bioeconomía.

Pedro Vigneau es productor agropecuario en Bolívar y candidato a senador provincial por la séptima sección electoral dentro del espacio Potencia Buenos Aires, que lidera María Eugenia Talerico. Con pasado reciente en la gestión de Javier Milei y experiencia en entidades como Aapresid y Maizar, decidió involucrarse activamente en política.

Consultado sobre su decisión de liderar la lista de senadores provinciales, Vigneau fue contundente: “La séptima es eminentemente agropecuaria. Los que vivimos ahí sabemos el potencial que tiene el agro para toda la comunidad. Entendemos que hay que involucrarse, que hay que ir a los lugares donde se toman decisiones”. Aunque admite que no fue formado para la política, siente que la situación actual exige compromiso: “No es sencillo, nos preparamos para otra cosa, pero la realidad nos empuja. Estamos hartos de una forma de hacer política. Muchos que estamos fuera de eso tenemos que hacernos cargo y entrar”.

El productor afirma que el sector agropecuario puede liderar una transformación profunda del país: “Podemos llevar herramientas que impulsen un desarrollo en serio de la Argentina, y rápidamente”.

De la gestión Milei a una alternativa opositora

Vigneau formó parte del gobierno de Javier Milei, pero se alejó tras una experiencia frustrante. “Iba a hacer una cosa y me encontré haciendo control de daños”, lamentó. Aun así, valoró la experiencia como “un enorme aprendizaje de cómo funciona esta picadora de carne que muchas veces es la política”.

Su vínculo con Talerico se consolidó cuando ambos se opusieron firmemente a la designación del juez Lijo en la Corte Suprema. “Me acerqué a Eugenia porque claramente son los valores que creo que tenemos que defender para poner a la Argentina en la senda que merece”.

En ese sentido, criticó a quienes se involucran en la política solo por intereses personales: “Quiero estar con gente que verdaderamente quiera trabajar para que la Argentina se desarrolle, no para buscar un cargo, hacer negocios o vaya a saber uno qué. Estoy en una posición privilegiada en un país donde mucha gente la pasa mal, y no puedo quedarme de brazos cruzados”.

Según Vigneau, Argentina desperdicia su potencial productivo al enfocarse exclusivamente en la macroeconomía. “La inflación es clave, pero no es lo único. Sin trabajo, sin desarrollo, no vamos a salir adelante. Argentina va a salir trabajando de esto”, remarcó.

Dio como ejemplo el caso del cerrado brasileño, donde un pueblo de una calle asfaltada se convirtió en una ciudad con más de 100.000 habitantes gracias al desarrollo agroindustrial y lo comparó con su ciudad natal: “Bolívar tiene la misma población que hace 30 años y muchos más problemas. Tenemos que darnos cuenta que el camino que elegimos no funciona”.

A su juicio, el país necesita una visión integral y sostenida: “La energía, la minería, el conocimiento... hay muchas oportunidades. Pero lo que hacemos desde el agro es lo que más rápidamente puede generar empleo, divisas, desarrollo”.

Al ser consultado sobre lo que esperaba del discurso del presidente en La Rural, Vigneau fue escéptico: “No sé qué magnitud tendrá el gesto. El equipo económico tiene una mirada bastante cerrada. Y cuando uno ve las proyecciones del Banco Central o el borrador del presupuesto, se da cuenta de que se pretende recaudar más por derechos de exportación. Eso plancha completamente el ingreso de divisas del agro”.

Criticó que las decisiones se tomen a destiempo, cuando ya es tarde para planificar la producción: “Si querés incentivar la siembra de soja, hay que bajar las retenciones ahora, no cuando ya está sembrado. Esto es un sistema, y el próximo cultivo se planifica en base al actual. Es clave que las decisiones se tomen antes de septiembre”.

Vigneau advirtió que la falta de rentabilidad ya impacta en la superficie sembrada. “El Estado se está quedando con el 70% de las utilidades de cada hectárea, es un disparate. Si se le devuelve parte de esa renta al productor, se pueden generar muchísimas oportunidades, mucho trabajo. Además, es un sector profundamente federal, presente en todas las provincias”.

El productor también hizo una autocrítica profunda al rol de las entidades del agro: “Me tocó ser presidente de Aapresid, de Maizar y hago un mea culpa. No supimos contar esta historia. No nos hicimos escuchar”. Reconoció que incluso quienes ocuparon cargos en el gobierno fallaron: “Yo fui parte del gobierno y fracasé. No logramos construir consensos básicos. No podemos ni sentarnos a una mesa y decir 'esto es lo que queremos todos'. Así es muy difícil convencer”.

Comparó la situación con otros países de la región: “Cruzás la frontera y ves cómo en Uruguay, Brasil o Paraguay se desarrollan, sacan gente de la pobreza. Nosotros vamos para atrás”.

Sobre la posibilidad de devolverle rentabilidad a la soja, Vigneau rechazó una mirada simplista: “Esto no es una cuestión de cuántos puntos hay que bajar. Hay que cambiar el esquema de fondo”.

Citó un informe del BID que mide el apoyo estatal a los productores agropecuarios: “Argentina es el único país con una barra negativa del 20%. Y eso calculado al dólar oficial, sin contar la brecha. Brasil está 3 puntos arriba y le subsidia créditos al productor. Acá le ponemos palos en la rueda”.

Para Vigneau, la bioeconomía es el vector más dinámico que tiene hoy la Argentina. “Tenemos productores jóvenes, bien formados, resilientes, que incorporan tecnología. Imaginá si encima les damos un estímulo. Yo no quiero que me regalen nada, solo que me dejen lo que es mío”.

Y cerró con un mensaje claro: “Este esquema no sirvió, no sirve. Hace más de 15 años que la producción de soja está estancada. Alguien va a tener que tomar decisiones”.

ETIQUETAS