El Banco Central de la República Argentina (BCRA) presentó los lineamientos estratégicos para el año 2025, en la que se priorizo la flexibilización cambiaria y la modernización de los pagos electrónicos, entre otras.
Planes económicos para el 2025
Según el organismo, la economía seguirá avanzando hacia un equilibrio monetario debido al cierre de las fuentes de expansión primaria de dinero y el control de los agregados monetarios. Este proceso estará acompañado por un fortalecimiento en la demanda de dinero, reduciendo el exceso de liquidez en pesos.
En lo referido al tipo de cambio, en la medida que la inflación continue desacelerándose, se podrá ajustar el deslizamiento del tipo de cambio y, eventualmente, ir a un esquema de mayor flexibilidad del tipo de cambio una vez que las expectativas de inflación se encuentren bien ancladas y que el superávit fiscal cumpla con plena potencia su rol de ancla fundamental de la economía.
“La consolidación del esquema macroeconómico permitirá seguir afirmando la baja del riesgo país, lo que posibilitará que el Tesoro Nacional vuelva a ganar acceso a los mercados internacionales de deuda para financiar el rollover de los vencimientos de capital, en caso de ser necesario y así lo decidiera”, remarcan desde la entidad.
También el informe prevé que el cepo cambiario y los controles de capitales podrían ser eliminados si se cumplen ciertas condiciones económicas con el objetivo de alcanzar la unificación definitiva del mercado de cambios.
“Esto dependerá de acuerdos clave, como un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o un acuerdo con inversores privados, que podrían acelerar la resolución de los problemas heredados por la entidad”, indican.
El BCRA espera que la intermediación financiera con el sector privado crezca en 2025, impulsada por menores niveles de inflación y un repunte en la actividad económica. La gradual eliminación de regulaciones distorsivas y el estímulo a la inversión también jugarán un rol central. Además, se buscará profundizar el crédito y reforzar las coberturas frente a riesgos financieros.
El sistema normativo argentino continuará modernizándose para adaptarse a las mejores prácticas internacionales, incluidas las recomendaciones de Basilea IV. Según el informe, el objetivo es diseñar un esquema normativo local que contemple “las características locales tales como los modelos de negocio de las entidades financieras o la materialidad de los riesgos”. Esto permitirá fortalecer la estabilidad del sistema financiero argentino en línea con estándares globales.