La cosecha de soja ha comenzado en la región núcleo, evidenciando un panorama mixto que balancea buenos rendimientos iniciales con preocupaciones específicas que afectan a la calidad del cultivo. Según un informe elaborado por la Bolsa de Comercio de Rosario , al momento se ha cosechado apenas el 3% del área de soja de primera, con rendimientos que promedian los 44 qq/ha, cifra que resalta las expectativas positivas de los productores. Sin embargo, el camino no está exento de obstáculos.
Aunque los primeros reportes son alentadores, la retención de hojas verdes y la presencia de hongos en los granos son problemas que comienzan a surgir, especialmente en aquellos lotes más golpeados por recientes olas de calor y por zonas con excesos de humedad. Estas dificultades podrían afectar la calidad final del producto y, por ende, su valor en el mercado.
Por otra parte, el avance de la cosecha muestra un retraso de 8 puntos porcentuales respecto a las últimas cinco campañas, atribuido en gran medida a las condiciones climáticas adversas. Se espera que la generalización de las labores de recolección tome lugar en los próximos 10 días, aunque este pronóstico depende de cómo evolucionen las condiciones del tiempo y los suelos.
No solo es soja
La cosecha de maíz temprano tampoco es ajena a los desafíos, con un retraso del 30% en comparación con el promedio de las últimas cinco temporadas. La acumulación de grandes lluvias durante marzo ha dificultado el avance de las cosechadoras, reflejando la misma demora que se observó en la siembra. A pesar de estos contratiempos, los rendimientos reportados se mantienen en un promedio de entre 100 y 105 qq/ha, lo que brinda un vislumbre de esperanza a los productores.
El informe también destaca el impacto significativo que el temporal de marzo ha tenido sobre la región núcleo, con una acumulación promedio de 152 mm de lluvia, cifra que varía entre localidades. Este contraste en la distribución de las precipitaciones deja en evidencia las diversas realidades que enfrentan los productores, desde aquellos que han visto sus cultivos afectados por el exceso de agua hasta aquellos que, gracias a estas lluvias, ven una mejora en los niveles de agua freática y anticipan buenas posibilidades para los cultivos de invierno.
Frente a este panorama, el sector agropecuario de la región núcleo se prepara para superar los desafíos inmediatos, mientras mantiene una visión optimista hacia el futuro. La capacidad de adaptación y la implementación de estrategias efectivas serán clave para maximizar los rendimientos y asegurar la calidad de los cultivos.