Según el último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud de la Nación, hasta la última semana de marzo incluida, en el país se notificaron 28.235 casos de dengue. Salta y Tucumán son las dos provincias con más casos registrados.
En Salta, la situación sanitaria reportada por el Ministerio de Salud Pública de la provincia indica el incremento de enfermedades virales transmitidas por la picadura del mosquito del género Aedes, tales como Dengue, Chikungunya, Zika, y fiebre amarilla.
A raíz de esta problemática, se constituyó el Convenio de Cooperación Técnica entre el INTA Salta, el Ministerio de Salud provincial y la Universidad Nacional de Salta (UNSa), cuyo objetivo es la producción asociada y distribución intraprovincial de biocontroladores, para ser utilizados exclusivamente en el control de insectos vectores de esas enfermedades.
Se denomina control biológico a la utilización de organismos vivos o de sus productos para evitar o reducir las pérdidas o daños causados por los organismos nocivos. En este sentido, los beneficios de esta estrategia es que implica un costo menor al de los métodos convencionales y aportar a la calidad de vida humana y a la sostenibilidad del ambiente.
Un biolarvicida para el control del virus
Hace algún tiempo, el IMyZA produjo un biolarvicida destinado al control del mosquito transmisor del dengue. En esa oportunidad, el responsable del Laboratorio de Insumos Bacterianos e investigador del INTA, Diego Sauka, había asegurado que ya se podía “avanzar en la transferencia para el desarrollo con éxito de una formulación líquida”. Eso es lo que está en marcha en Salta.
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De acuerdo Guadalupe Mercado Cárdenas, investigadora del INTA Salta Mercado Cárdenas, “contar con una cepa de efectividad probada le permitió al personal científico-técnico del Convenio avanzar rápidamente en los objetivos planteados”. En esta línea, especificó: “En los primeros años se logró la optimización de protocolo de producción de biomasa (PB) a través de un medio de cultivo con materia prima económica y fácilmente disponible”.
El biolarvicida se fumiga sobre los cuerpos de agua donde crece la larva del mosquito. “La larva filtra el agua para alimentarse e ingiere las proteínas insecticidas que produce la bacteria y que actúan a nivel del intestino del insecto: se produce un daño en las células, la larva no puede seguir alimentándose y muere a las pocas horas”, explicó Sauka.
Asimismo, el avance y las gestiones realizadas en el marco del convenio, permitieron la instalación del Laboratorio de investigación y producción de Biocontroladores en un edificio del Ministerio de Salud Pública, con equipamientos adquiridos por convenio y otros brindados en comodatos por el INTA. Es así que, desde el MSP se trabajó en el ajuste de dosis en pozos ciegos, logrando una efectividad de control del 97 % de las larvas. Asimismo, se capacitó a los agentes socioambientales (ASAs) de los municipios de alto riesgo de transmisión del virus para la aplicación del producto.
#Dengue: avanzan con éxito en el desarrollo de una formulación líquida
A partir del trabajo de nuestro IMyZA, el @INTASalta articula con el @MinSaludSalta y @RectoradoUNSa para la producción y distribución de biocontroladores de insectos vectores.
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— INTA Informa (@INTAInforma) April 12, 2023
Es que, de acuerdo con la investigadora, “en Salta, como en el resto del país, para el control de vectores de enfermedades humanas se emplean insecticidas de origen químico, pero está probado por varios estudios que en la provincia existe un alto grado de resistencia a las dosis normales que se emplean de esos productos”.
“Como institución esperamos seguir contribuyendo al desarrollo sustentable referido a la administración eficiente y racional de nuestros recursos naturales, con el objeto de contribuir al bienestar de la población actual, sin comprometer la calidad de vida de las generaciones futuras”, puntualizó la investigadora y recalcó “el rol del control biológico dentro de un plan de manejo integral de vectores de enfermedades humanas”.