
Un análisis del profesor Dante Romano, de la Universidad Austral, señala que en el mercado mundial de granos la atención ya está puesta en lo que viene. En Estados Unidos, la siembra de maíz ya está a mitad de camino y la de soja avanza con buen ritmo, en condiciones favorables. Esto generó ventas por parte de los fondos especulativos, eliminando las primas climáticas que venían sosteniendo los precios.
Además, señala que este lunes se publicará el informe del USDA con las proyecciones de oferta y demanda para el ciclo 2025/2026. En el plano estadounidense, se prevé una leve caída en las existencias de soja, un fuerte aumento en las de maíz y un pequeño incremento en trigo. A nivel global, en cambio, se espera que los stocks de maíz y soja crezcan, mientras que los de trigo se mantendrían prácticamente sin cambios.
En tanto, relata que, desde el sur, los embarques activos de Brasil, junto con la llegada de una cosecha argentina mayor a la anticipada, están generando presión bajista sobre los precios. En el caso del maíz, este efecto podría intensificarse cuando ingrese al mercado la safrinha brasileña y el maíz tardío argentino. Por ahora, los valores caen, aunque de forma más moderada.
En cuanto al trigo, indica que los cultivos del hemisferio norte están entrando en una etapa clave. Mientras que en EE.UU., Europa y Canadá los campos muestran buenas condiciones, en Rusia y Ucrania el panorama es más complejo: la siembra se realizó en suelos secos y la salida del invierno fue difícil. Sin embargo, se esperan lluvias que podrían aliviar la situación. Un factor a seguir de cerca es China, donde las altas temperaturas podrían afectar la producción y obligar al país a aumentar sus importaciones, lo que sumaría volatilidad al mercado.
Y dice que, en el plano geopolítico, la tensión comercial entre potencias sigue relajándose. EE.UU. logró un acuerdo con el Reino Unido y, durante el fin de semana, mantuvo finalmente una reunión con China.

Profesor Dante Romano
Mercado local
En el mercado argentino, Romano explica que hubo un avance acelerado de la cosecha a fines de abril —con un pico de camiones en los puertos y fuerte actividad en las ventas de soja—, la última semana se presentó más tranquila debido a las lluvias. Ahora, se abre una ventana de cinco días de clima seco que reactivaría el ritmo de cosecha de soja, antes de que regresen las precipitaciones.
Y aclara que, con la cosecha entrando en su fase final, es probable que los compradores comiencen a enfocarse más en aumentar el volumen de compras diarias que en mantener márgenes altos de molienda.
En cuanto al maíz, los precios bajaron, arrastrados por la tendencia internacional. No obstante, en el mercado local persiste el interés comprador, con cotizaciones más atractivas que las de la soja, aunque por debajo de las registradas hace dos semanas. Una vez que se termine de recolectar la soja, se espera que se retome la cosecha de los lotes de maíz pendientes, lo que podría aliviar la presión en el mercado. La gran incógnita es qué ocurrirá cuando se inicie la trilla del maíz tardío, ya que se espera un volumen mayor y un posible.