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El rol del INTA en el diagnóstico del Covid-19

Un equipo de investigadores del Grupo de Diagnóstico COVID-19 del INTA, capacitó a instituciones públicas para el diagnóstico del SARS-CoV-2.

La pandemia por coronavirus moviliza a los organismos y especialistas de salud de la provincia de Buenos Aires que trabajan en el abordaje de la enfermedad desde distintas aristas y en acuerdo con instituciones nacionales. En el caso del INTA, que integra desde abril la red para el diagnóstico de COVID-19, recientemente desarrolló acciones de capacitación en conocimientos y tecnologías aplicadas a la detección del agente viral.

Frente a creciente demanda de pruebas de diagnóstico desde el sistema de salud bonaerense, los especialistas desarrollaron un curso de entrenamiento en el procedimiento global, desde la recepción de la muestra hasta el análisis de la técnica molecular de reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés) en tiempo real, incluyendo todos los requisitos de bioseguridad para llevar a cabo el proceso.

Este equipo de científicos del Grupo de Diagnóstico COVID-19 entrenó a profesionales del Hospital Mariano y Luciano de la Vega de la localidad de Moreno, del Hospital Vicente López y Planes en el municipio de General Rodríguez, y de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), en temas de infraestructura, procedimientos técnicos y de bioseguridad, así como trazabilidad para la puesta en marcha del servicio.

“El INTA cuenta con equipos de RT-PCR en tiempo real, cabinas de seguridad biológica tipo II certificadas, un Laboratorio de Contención Biológica Nivel 4 OIE, el equipamiento necesario para el diagnóstico de COVID-19 y, además, tiene la capacidad para analizar unas 200 muestras diarias”, afirmó Irene Alvarez, responsable técnica e integrante del grupo que funciona en el Centro de Investigación en Ciencias Veterinarias (CNIA) del INTA.

Y no solo posee la tecnología requerida, sino que “contamos con un equipo de agentes formados en bioseguridad, protocolos de diagnóstico y trazabilidad, entrenado en las normas y procedimientos de Vigilancia y Control de Enfermedades de Notificación Obligatoria”, explicó Juan Schammas, miembro del grupo y responsable de Bioseguridad del Laboratorio de Contención Biológica.

Tanto Alvarez, Schammas y Maria Jose Dus Santos, del Grupo de Diagnóstico de Coronavirus, trabajaron en la formación de recursos destinados a ampliar el espectro de laboratorios provinciales con capacidad de realizar los testeos para el diagnóstico de coronavirus en la Región Sanitaria VII, que comprende los municipios de: Moreno, Hurlinghan, Morón, Ituzaingó, Tres de Febrero, Merlo, General Las Heras, General Rodríguez, Marcos Paz y Luján.

“Fuimos una de las unidades capacitadas por el INTA”, comentó Marcela Pillof, directora de la Licenciatura en Biotecnología de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR). Y agregó: “Hemos adaptado las instalaciones para montar el laboratorio y el personal fue capacitado para cumplir con las normas de seguridad pertinentes”. En agosto iniciaron con 80 a 100 testeos diarios de muestras provenientes de centros de salud de Hurlingham e Ituzaingó.

Este entrenamiento se suma al trabajo diario del Grupo de Diagnóstico COVID-19 que lleva más de 14 mil muestras de pacientes procesadas, desde la firma del convenio con el Ministerio de Salud bonaerense.

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Capacitación a la UNAHUR

“La colaboración comenzó en el mes de mayo cuando las autoridades de la Universidad Nacioanl de Hurlingham contactaron a Dus Santos, también docente de la Casa de Estudio”, indicó Karina Trono, directora del Instituto de Virología del INTA.

Dus Santos y Marina Mozgovoj, investigadora del Instituto Tecnología de Alimentos del INTA y docente en Hurlingham, estuvieron a cargo de la puesta a punto del servicio de detección de SARS-CoV-2 en las instalaciones de la universidad.

El asesoramiento consistió en la adecuación de los espacios disponibles, el diseño del procedimiento global, desde la recepción de la muestra hasta el reporte en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA) y, fundamentalmente, en la capacitación del personal abocado a las distintas etapas del proceso.

La capacitación en bioseguridad que recibieron los profesionales, a cargo de Schammas, se orientó a sistemas de descontaminación posibles para las áreas y a la distribución de los sectores, el flujo de trabajo, equipamiento y procedimientos de bioseguridad para la prestación requerida.

Los profesionales de la universidad “involucrados en tareas de diagnóstico recibieron capacitación en las instalaciones del INTA, dictada por todos los coordinadores del proceso, en el procedimiento general de detección del genoma de SARS-CoV-2 en muestras clínicas”, comentó Pillof.

“Esto fue posible gracias a que contamos con normas y procedimientos de Vigilancia y Control de Enfermedades de Notificación Obligatoria”, destacó Schammas.

El entrenamiento se completó en las instalaciones de la UNAHUR. “El objetivo fue asesorar in situ en el procedimiento de bioseguridad, correcto uso y disposición de Elementos de Protección Personal (EPP) necesarios para el servicio y en la organización general del proceso, a fin de cumplir con los estándares requeridos por la OMS”, remarcó Dus Santos.

Por su parte, el Instituto de Virología hizo entrega de “material biológico de referencia -ARN extraído, no infectivo- a la universidad para ser utilizado en la puesta a punto de los equipos de detección de genoma viral por PCR en tiempo real”, subrayó Trono, en cuyas instalaciones se realizaron dos simulacros de diagnóstico.

Fuente: INTA Informa

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