Según datos proporcionados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina, (OCLA), en febrero la producción nacional de leche bajó 6,7% respecto de enero, con lo que se ubicó 1,3% abajo del mismo período de 2022.
Asimismo, por las malas condiciones ambientales de marzo, se estima que la producción nacional pueda bajar nuevamente en la comparación interanual.
En tanto que las perspectivas para el mercado lechero no son alentadoras. Los altos costos de producción, las presiones impositivas y la falta de acceso al crédito hacen aún más difícil la tarea del productor, para quien los costos de producción-elaboración son cada vez más altos.
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Los costos de producción
Uno de los problemas de la lechería son los costos de producción. “Sólo los lotes de alfalfa ofrecen pasto y casi no se cuenta con otra cosa. Los verdeos recién se están sembrando, hay que dar más concentrado (sube su participación % en la dieta) y el heno se cotiza como el oro”, indica el informe del OCLA.
En marzo se dieron las primeras lluvias consistentes sobre la cuenca oeste, de despareja distribución, sobre suelos secos, arriba y abajo.
“ Hay tambos que ya pudieron activar sus labores y siembras, pero hay otros que aún no pueden hacerlo”. Esto, señala el informe, tendería a normalizarse en abril. Sin embargo, el Servicio meteorológico Nacional (SMN) prevé temperaturas más altas que lo normal para la cuenca oeste, para el período comprendido entre marzo, abril y mayo.
Marzo: La persistencia de restricciones suma problemas a la cadena láctea
Las políticas económicas llevadas a cabo por el gobierno, la persistente presión impositiva y los parches en la política hacia el sector lechero eleva los costos de su funcionamiento. Asimismo, sigue trabado el acceso al crédito para los tambos, lo que complica aún más la compra de insumos y la compra de concentrados, destaca el informe.
“Las medidas que se suman con impacto negativo en la cadena láctea y la producción lechera van en la dirección contraria al propósito que dicen perseguir. Porque todo lo que encarezca más los costos de producción-elaboración y distribución, no puede tener otro destino que mayores precios”, afirma OCLA.
