El avance tecnológico en materia de sustentabilidad ha avanzado a pasos agigantados en el mundo, ahora los desafíos son cada vez mayores ante una crisis mundial que desabastece el gas natural en muchos países del mundo.
Es por esto que éstos se vieron obligados a cambiar la forma de consumo a raíz de la invasión rusa, el segundo mayor productor de gas natural del mundo con 762.000 millones de metros cúbicos de gas en 2021.
Actualmente, la dependencia del gas ruso supera el 50% en catorce países europeos y Rusia es uno de los principales proveedores de este combustible para más de veinte países. El suministro está en entredicho debido a la amenaza de Moscú de cortarlo a todo aquel país que no pague sus facturas en rublos.
El biometano resalta como una de las grandes alternativas para suplir el gas natural proveniente de Rusia como única y principal fuente de consumo. Éste se presenta como una salida sustentable con el medio ambiente.
De forma resumida, es el producto obtenido a partir del biogás que se genera con residuos o productos orgánicos. Es decir, que el biometano puede producirse a partir de la depuración del biogás generado por digestión anaeróbica, o bien a partir del lavado del gas de síntesis generado en la gasificación de la biomasa, siendo 100% renovable.
En Europa hay veinte mil plantas de biometano, de las cuales la mitad se encuentran ubicadas en Alemania.
El 99% de las plantas del país europeo son para generar energía eléctrica a partir del biogás, es decir que no se saca el dióxido de carbono, sino que se lo incorpora en los motores de generación de combustión interna para así generar energía eléctrica.
A nivel europeo, Francia y Alemania -pioneros del biometano- están muy abocados en desarrollarlo para independizarse del gas ruso, ya que el 90% del gas que consume Europa es importado y de ese porcentaje, la mitad es de Rusia.
Si Rusia les corta el suministro, estos países están liquidados y tendrán un problema muy importante. A raíz de la desesperación comenzaron a realizar obras de infraestructura para aumentar, dentro de los gasoductos, la capacidad de almacenamiento.
El año pasado se dictaminó la ley 27.640, la cual expone el marco regulatorio de los biocombustibles. Hasta el 2021, el biometano en Argentina no se mencionaba.
Desde la Cámara Argentina de Energías Renovables (CADER), estamos abocados a que se haga una reglamentación en dónde se contemple al biometano como una fuente de energía renovable. Este corte le permitiría al biometano y al biogás en general, tener una inserción en el mercado para poder ser parte de las ofertas de energía renovable del país.
Aún así, la inversión para hacer una planta de biometano es muy cara y, al no tener un paraguas legal, no podés hacer la utilización del mismo.
Desde la CADER se está haciendo un trabajo muy importante para que haya reglamentación provincial en caso de que no saliera la nacional.
Tenemos armados tres proyectos: uno para Córdoba, uno para Santa Fe, y uno para Buenos Aires en donde se encuadra el tarifario de cómo se compone
el costo del biometano, de qué depende su costo y todas las virtudes.
La importancia del metano y del biogás en general, es el desarrollo de la industria nacional.
