El relevamiento, encargado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna (Ipcva) y que implicó más de 8.000 encuestas y focus groups en Alemania, Holanda, el Reino Unido e Italia, señala que -pese a la pérdida de mercados y la caída en las exportaciones que tuvo la carne vacuna argentina hasta el año pasado- sigue siendo referente para los consumidores, importadores y dueños de restaurantes.
En los cuatro países en los que se hizo el relevamiento, la Argentina sigue siendo el país con mayor notoriedad como productor de carne, a excepción del Reino Unido, donde figura detrás de Escocia e Irlanda.
El estudio señala que la Argentina ocupa el segundo lugar tanto en notoriedad como consumo, sólo detrás de la carne de producción local; a su vez, la carne vacuna argentina se asocia a un gran sabor, jugosidad, calidad y naturaleza.
Pero no todo es positivo: Para los consumidores, este producto tiene un alto precio, poca frescura y es difícil de encontrar.
En lo que hace a una división por sexo, 63 por ciento de los consumidores son hombres, mientras que el 37 restante son mujeres.
Por otra parte, según GFK la imagen de la carne argentina está cargada de asociaciones visuales positivas, con buena calidad, naturalidad, cultura carnívora, tierra salvaje sin amplitud, con una valoración positiva sobre la falta de escándalos en relación a la carne, como los que tuvo recientemente el frigorífico brasileño JBS, que impactó negativamente en el comercio de ese país.
Por el lado de los importadores, la carne argentina sigue teniendo la reputación de ser una de las mejores del mundo, pero adolece una incertidumbre en el entorno político, poco marketing y una relación precio-calidad poco atractiva.
Frente a esto, los importadores consideran que la Argentina debe entregar productos de calidad que cumplan las expectativas de un mercado premium, promocionar la argentinidad, el origen, la forma de criar el ganado, para que el consumidor valide un precio superior para volver a ser líderes del nicho, que hoy ocupan Uruguay y Australia.
En lo que concierne a los restaurantes, el informe señala que dueños y chefs no están muy informados sobre la carne vacuna, pero tienen una percepción muy positiva de la Argentina y su carne.
Para los supermercados, la Argentina tiene para crecer porque ha sido un proveedor de carne de primera calidad y su desafío es restablecer esta imagen y convertirse nuevamente en un socio fiable.
El estudio se originó en la necesidad del Ipcva de conocer la percepción sobre la marca “Carne Argentina” con el fin de desarrollar acciones para impulsarla.
“Por primera vez hicimos este tipo de trabajo, salimos a preguntarle a los referentes seguimos teniendo una imagen de prestigio, pero también hay una tremenda competencia.
Tenemos mucho para mejorar, trazabilidad, cortes, envasado, pero el balance es grato, a pesar de las malas políticas llevadas a cabo en los últimos diez años, la imagen está intacta”, dijo el titular de la entidad, Ulises Forte, tras presentar el estudio.
Las exportaciones de carne vacuna argentinas vienen en aumento, con porcentajes de alza en torno al 15 por ciento en dólares anuales desde el año pasado, en un contexto de una leve caída de precios.
En ese contexto, hubo un repunte del 7 por ciento en el consumo interno y suba de precios en torno al 15 por ciento anual, por debajo de la inflación, estimada entre un 22 y 25 por ciento anual.
