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Expertos trazan una hoja de ruta para la inversión privada en bosques

Los bosques juegan un papel clave en favor de la seguridad alimentaria, y la mitigación de los efectos del cambio climático y la vulnerabilidad de las comunidades rurales frente a los desastres naturales.  Aprovechar estos beneficios pasa por construir un tejido económico e institucional que favorezca la innovación...

Los bosques juegan un papel clave en favor de la seguridad alimentaria, y la mitigación de los efectos del cambio climático y la vulnerabilidad de las comunidades rurales frente a los desastres naturales.  Aprovechar estos beneficios pasa por construir un tejido económico e institucional que favorezca la innovación financiera.

“Los bosques cuentan con un gran potencial de desarrollo social y económico. Uno de los desafíos es tornarlos más atractivos a los ojos de los grandes, medianos y pequeños inversionistas, lo que ampliaría y diversificaría la base financiera para el manejo forestal sostenible”, señaló Jorge Meza, Oficial Forestal de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los gestores y manejadores de los bosques en América Latina y el Caribe encuentran importantes obstáculos y dificultades a la hora de acceder a inversiones financieras. La falta de un flujo constante de recursos de inversión dificulta, no solo que los proyectos sean rentables, sino también la conservación y el manejo adecuado de los bosques.

 

Mejorar el modelo de negocios

En un taller que tuvo lugar en Santiago de Chile el 22 y 23 de septiembre, especialistas de toda la Región de América Latina y el Caribe, y expertos internacionales de FAO, establecieron recomendaciones para construir un entorno empresarial favorable a la inversión sustentable en bosques. Así, analizaron la necesidad de establecer mecanismos de financiamiento específicos dependiendo del porte del emprendimiento, de los productos forestales involucrados en la actividad, del tipo de organización beneficiaria o emprendedora, entre otros. Además identificaron que no es suficiente trabajar sobre la disponibilidad de financiamiento para el manejo de bosques nativos o plantaciones forestales, pues consideran que el financiamiento debe orientarse a toda la cadenas estructurada de valor, que permita a los productos del bosque, alcanzar los mercados. Uno de los elementos claves para promover las inversiones es disponer información acerca de indicadores financieros de la actividad forestal, principalmente sobre la rentabilidad, peo también sobre temas sociales y culturales asociados.

Por su parte, se recomendó que los pequeños productores dispongan de leyes y programas diferenciados de financiamiento forestal, como: asistencia técnica de bajo costo, promoción del asociativismo, promoción de seguros agropecuarios forestales, sistemas nacionales gubernamentales para el combate a incendios y plagas, y proyectos de apoyo a la verticalización de la producción, en pequeña escala, para generar valor agregado.

Los especialistas resaltaron que los tres actores importantes, involucrados en el desarrollo de ambientes de inversión privada y pública, son el que financia, el que recibe el financiamiento y el Estado, este último para la coordinación, desarrollo de mecanismos para reducir los riesgos en el negocio forestal, y sobre todo, encargado de vencer obstáculos para que la actividad se desarrolle.

 

Una región líder en inversión privada

La elevada proporción de bosques privados en América Latina explica la demanda por la creación de entornos favorables para la inversión privada.  De hecho, la región se encuentra a la cabeza de los países en desarrollo en cuanto a la promoción de la inversión privada en los bosques.

América Latina es pionera en instaurar servicios destinados a la gestión forestal sustentable, a través de alianzas entre privados, mecanismos de asociación bosques – industrias, y fondos de inversión especializados para la actividad.

No obstante, los expertos apuntaron al cambio climático, como el principal factor que está poniendo en riesgo la inversión y el financiamiento forestal, consideran la incertidumbre que genera, frente a largos períodos de recuperación del capital.

 

Contribución a los ODS

Los ingresos y los alimentos provenientes de los bosques pueden aportar significativamente a las familias rurales y a su seguridad alimentaria. Las cifras hablan por sí mismas: más de 1,6 billones de personas dependen de los recursos forestales para su sustento, de manera directa e indirecta.

La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible aboga por un enfoque coherente e integrado de la sostenibilidad en todos los sectores agrícolas y en los sistemas alimentarios. El informe de la FAO “El estado de los bosques del mundo 2016 (SOFO, por sus siglas en inglés)” demuestra que la gestión sostenible de los bosques y la agricultura, y su integración en los planes de uso de la tierra, resultan esenciales para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), garantizar la seguridad alimentaria y hacer frente al cambio climático.

Lamentablemente en nuestra región, la agricultura comercial extensiva, asociada principalmente a la agro-industria y a la exportación de commodities, es responsable del 70% de la deforestación en la región.