El Gobierno nacional acompañará el reclamo de Tucumán para gestionar, ante los Estados Unidos, la eliminación de un arancel que ha frenado las ventas externas de la producción local de frutillas. Esa fue la promesa que ayer le hizo el jefe de Gabinete Marcos Peña al gobernador Juan Manzur, según difundió La Gaceta, durante una reunión en la Casa Rosada. “Se comprometió a ponerse en contacto con la Embajada del país en EEUU (a cargo de Martín Lousteau) para activar, formalmente, el pedido por las frutillas”, señaló ayer a LA GACETA el mandatario, tras el encuentro en Buenos Aires. Las gestiones serían en paralelo a las que se realizan para el reingreso del limón a Estados Unidos.
Desde hace cuatro años, la producción tucumana padeció un duro golpe para su comercialización hacia Norteamérica, cuando ese país le quitó a la Argentina la membresía al Sistema General Preferencias (SGP) arancelarias por una serie de controversias comerciales. Manzur explicó que, a raíz de esa situación, la frutilla pasó a tener un arancel impositivo del 11,2% que, sumado a un tipo de cambio adverso y a los incrementos de los costos internos, causaron una caída en los niveles de competitividad, pese a su calidad. Así, la frutilla tucumana estaba en desventaja respecto de la producida por países como Perú, Chile o México, que comercializan sin ningún tipo de aranceles.
Durante la temporada pasada se dedicaron a la cosecha de frutillas 300 hectáreas, una retracción de 500 hectáreas respecto de lo observado antes de la pérdida del SGP, con una superficie similar a la de 2003. De acuerdo con un informe oficial, durante 2015 se produjeron 10.500 toneladas, de las que se exportaron 2.184 y de esta cantidad 947 toneladas (43% del total) fue vendida a los Estados Unidos. Esto implicó una caída del 58% en la cantidad producida y 83% de la cantidad exportada globalmente y hacia Norteamérica.
Con consecuencia de esa retracción, los pequeños productores deben enfrentarse con una oferta saturada y precios bajos.
Las medidas proteccionistas de los países asiáticos y europeos suman a los costos aranceles (14,2% en el último caso), haciendo poco viable el acceso a estos mercados, se explica desde el Poder Ejecutivo.
Lo que se espera
En su exposición ante el jefe de Gabinete de la Nación, el gobernador explicó que de las 300 hectáreas actuales, una eliminación del arancel posibilitaría aumentarlas a 1.000, ya que la provincia cuenta con la capacidad instalada suficiente para abastecer al mercado.
De esa manera, puede vislumbrarse un despegue para la producción frutillera, ya que la recuperación de las condiciones económicas internacionales y el fortalecimiento de los vínculos bilaterales con Estados Unidos, constituyen la plataforma para el relanzamiento del sector y el desarrollo de políticas comerciales acordes.
Además, generaría una mejora socioeconómica en las zonas productivas. Por caso, Manzur mencionó que entre cosecha y empaque, la actividad demanda a razón de 16 personas por hectárea (el 40% de los puestos son cubiertos por mujeres). “Podría significar la recuperación de unos 6.000 puestos, para un sector que, directa o indirectamente, puede movilizar laboralmente a unas 24.000 personas”, puntualizó el mandatario.