Tras un profundo análisis de los hechos y las alternativas, entendemos y lamentamos que nuestra institución no encuentra las condiciones esperadas para la firma de un acuerdo.
Los motivos son de forma y de fondo. Entendemos que los acuerdos representativos y legítimos se alcanzan a partir de instancias de diálogo plurales lo cual implica tiempo y vocación para escucharnos. Esta vocación siempre ha existido entre las partes y es uno de los cambios que destacamos como muy positivos. Hasta el momento, el diálogo se había dado en el seno de la CNTA y particularmente en torno al tratamiento de los silos bolsa. El segundo acuerdo que circuló, dado a conocer ayer a nuestra institución excede ampliamente las opiniones y propuestas volcadas en aquel ámbito, no es resultado de otro ámbito de diálogo en el que hayamos participado y tampoco se nos dio oportunidad de sugerir modificaciones.
El acuerdo que nos remitieron describe un diagnóstico parcial de la realidad –y que por tanto no nos contempla- y no recoge nuestras propuestas institucionales. Lamentamos que para algunos sectores de la economía y del gobierno, la finalidad de incrementar la productividad justifique la utilización de esos medios tanto en las formas como en el fondo. Hemos repetido, explicado y fundamentado acabadamente que si solo se prioriza el incremento de la productividad en el sector, ésta no garantiza el acceso de los pequeños productores y sus familias a más y mejores oportunidades, ni el agregado de valor en origen (generador de mano de obra) ni el desarrollo territorial sustentable. De hecho, los millones de toneladas de materias primas se han incrementado y el número de pequeños productores ha decrecido, concentrándose tanto la producción como las tierras en menos manos. Se ha producido más por hectárea y se expandió la superficie cultivada, la “torta” se ha agrandado como nunca en la historia pero queda en evidencia que el mayor esfuerzo se le sigue pidiendo a los sectores más debilitados del campo, de la sociedad y de la economía. Por otra parte, creemos que es una contradicción poner los esfuerzos de las partes en incrementar la productividad si se profundiza el modelo económico basado en la importación de productos. Seremos más competitivos ante el mundo si el estado garantiza las oportunidades para más productores y se redobla la apuesta a la generación de empleo digno en el campo. No creemos que flexibilizar importaciones y derechos sea el camino; con pequeños productores más vulnerables, también los trabajadores rurales son más vulnerables.
Por el contrario, nuestras propuestas, ampliamente expuestas y difundidas, van en dirección a fomentar y promocionar a los pequeños productores. Cada productor que tiene oportunidades genera trabajo; el verdadero desarrollo no vendrá de la mano de la productividad sino de que el estado genere las condiciones para garantizarnos un precio justo a nuestros productos y el comercio justo de los mismos, un sistema financiero adecuado a las necesidades de todas las escalas de productores, un sistema de seguro ante los riesgos climáticos, el acceso a la tecnología pensada para el desarrollo nacional, un sistema impositivo progresivo y ajustado a la capacidad contributiva de cada categoría de productor. Estas y las otras propuestas integrales de nuestra institución, son las que seguiremos defendiendo para el sujeto agrario que representamos, los pequeños y medianos productores, los agricultores familiares de nuestro país.
Los antecedentes:
El día miércoles 26 de julio, se reunió la Comisión Nacional de Trabajo Agrario a los fines de tratar las propuestas vinculadas a las tareas en los silos bolsa. Pasado el mediodía se alcanzó un acuerdo entre las partes y se firmó una propuesta. Ese mismo día se nos comunicó que el presidente lo anunciaría al día siguiente, en RENATRE, ámbito que reúne a asalariados y patronal. Minutos más tarde, se informa que el anuncio sería realizado por el presidente el día viernes y desde Olivos, pero hacia el final del día tomamos conocimiento de que en el marco de ese anuncio se firmaría “otro acuerdo”. La Federación Agraria Argentina en contacto con el Ministerio de Agroindustria le expresó que desconocía que se firmaría un nuevo acuerdo así como los términos del mismo y que debíamos conocerlo para adoptar una decisión institucional. El mismo nos fue remitido el día de ayer alrededor de las 17.00 hs, tomando conocimiento de que se trataba de un “CONVENIO DE COOPERACION PARA LA APLICACIÓN DE POLITICAS DE FORTALECIMIENTO DE LA PRODUCTIVIDAD EN EL SECTOR AGRARIO” en el que se proclama que las medidas tomadas para incentivar el potencial agroindustrial permitieron que para la presente campaña agrícola esperemos una cosecha récord de 137 millones de toneladas y que se ha reactivado el motor de la argentina, como lo es la agroindustria; se acuerda que es preciso fortalecer un modelo de crecimiento económico equilibrado y duradero basado en la mejora de la competitividad del sector y en el incremento de la productividad; asimismo se establece que en los casos en que la incorporación de nuevas tecnologías signifiquen la innovación en las formas y procedimientos de trabajo, las partes se comprometen a revisar las estructuras y dotaciones de personal.